METAÉTICA PSICOLOGÍA SOCIAL | Page 126

Entonces, cuando todo parece perdido, se escucha primero un susurro, luego un clamor; es Ella la Virgen de Agartha y su niño de piedra: El Honor. Permítannos hacer un paréntesis para expresar este sentido en una canción dedicada a Ella… Honor es mi Lealtad Que brilla en el Altar La Sangre de la Patria Espiritual Nos llama a Despertar Por la Liberación El Fuego del Espíritu Inmortal Nostalgia de un A-mort Que muestra en su Fulgor El Rostro Increado el Cual A-me Con Lealtad y Devoción Inmaculada Siempre Fiel a su Recuerdo Luchare Y en su nombre me restaurare Conquistando Cumbres Con Las Alas del Honor Y Por Ti la Vida Ofrendare Conquistare la Infinitud El Fuego de tu A-mort Domina el Corazón Es Frío Como Piedra Milenaria Que Mata el Dolor Y la Desolación Destruye la Mentira Apasionada Volverte a Contemplar Al Fuego de Tu Luz Gema Luminosa del Graal Nación de Héroes y Guerreros Inmortales Por su Arista en su Honor Resurgiré Y en tu nombre solo buscare El Reflejo Increado que Brota de tu Ser Y Por Ti Con Gusto Moriré Conquistare la Infinitud ¡Honor es Mi Lealtad! Quién vive en función del tiempo de los demás, pierde el tiempo, y me refiero al tiempo propio, instancia única donde podemos forjar nuestra espada. Metaética - 126 -