es su nombre, una muralla de sentido, glacial y silente que guarda nuestra
voluntad y la pureza pétrea del Origen.
Una Nación sin hombres de honor es estéril, no tiene frontera, muralla sagrada,
esta condenada a desaparecer. Lo mismo, un hombre sin VOLUNTAD,
inconsciente, será olvidado y conducido a un destino sin gloria, sin hado.
El mundo necesita del dolor humano para seguir girando. ¿Por eso quienes lo
consagran visten de morado? ¿El color del dolor es el morado?
¿Es el verde resplandor de la estrella matutina, Venus, el color de lo Virginal,
de la liberación, de la Vida misma que ondea en nuestra enseña Patria, como
el Rojo es de la sangre de nuestros héroes, y el GRAN ANTEPASADO?
El amauta del bonete negro, el Atumuruna aristocrático nos dice que el amarillo
no es el oro, es el “dura labor” que enaltece, el trabajo.
Cuando viene la tormenta el hombre cultural, “ético”, civilizado, muestra su
naturaleza y teme, corre a esconderse, o se refugia en templos y pastores,
impotente, esperanzado… La salvación tal vez se gane… ¡Sólo la libertad se
conquista!
Por eso el hombre o mujer que ha RECORDADO su LEGADO DE SANGRE,
ante la tormenta, abre las alas y enfrenta el viento, como Cóndor, imperial,
solitario, majestuoso, que solo anida en las cumbres, lejos de la tierra y del
hombre y mujer globalizados, que hacen su hogar en el barro.
Hipotético lector, es tiempo de plantarle una pregunta: ¿Qué individuo no seria
capaz de alcanzar las más altas cumbres del esfuerzo humano si se sostiene
con estos símbolos?
5. Rasgos simbólicos del Líder.
En estos ocho capítulos precedentes hemos dado ya las pautas para realizar
un perfil general del liderazgo y sus rasgos. Así que comencemos afirmando lo
que no hemos tratado aún, que el CARISMA, es el rasgo esencial del líder.
Realicemos un análisis semiótico del cognato. Notaran que c-aris-ma, tiene el
mismo radical de arista. Ya vimos que la Arista connota sobresaliente. Veamos
ahora una conceptualización enciclopédica: “don gratuito que Dios concede
abundantemente a una criatura” 38 Etimológicamente el término proviene del
griego “Charisma” de “Charis”, que significa GRACIA. Es decir, que un
individuo carismático es GRACIOSO. Notemos que el cambio de significado ha
operado a nivel cultural por inversión semiótica, tornando el significado
trascendente de la GRACIA, don divino, por lo mismo, extrapsicológico, por el
de jocosidad, falta de seriedad, broma, chiste, etc.
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Enciclopedia Sopena.
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