METAÉTICA PSICOLOGÍA SOCIAL | Page 125

Por eso, para un individuo meta-ético, el único PRINCIPIO que trasciende todo marco psicológico y cultural, anida en el SENTIDO DEL HONOR.
El HONOR no es un paradigma cultural, ya que no es sostenido por la corriente cultural actual, que lo ha relegado al inconsciente colectivo, y porqué la única manera de aprehenderlo es mediante el uso del SENTIDO, como el ARTE, que no puede racionalizarse, SOLO SENTIRSE.
Para un sujeto con facultades meta-cognitivas, el símbolo adquiere matices diametralmente inabarcables para una personalidad psicológica, y es esta capacidad abarcante de significados, el soporte de su meta-ética.
Históricamente hablando, el Estado de Prusia de Guillermo III es el último intento de inculcar el significado del honor a un colectivo social en tiempos modernos. El Tercer Reich fue otro intento del que preferimos no hablar pues la cultura ha estigmatizado demasiado sus símbolos, pues sabe que el Honor no es compatible con un mundo globalizado que pregona el“ amor” como tolerancia pasiva,“ la hermandad” y la“ paz” como modo de allanar el camino hacia el gobierno mundial.
Un Estado Nacionalista, gira alrededor del HONOR, como principio supremo y resorte de todo su aparato jurídico social. Esto terminaría con todo emporio económico internacional, con el patrón oro, pero además, acabaría con la usura, la especulación bursátil, y por ende, con la banca, que basa todo su andamiaje en ese sistema ahora globalizado. He ahí la necesidad de encontrar otros referentes, y afortunadamente existen, pues muchos imperios regios de la antigüedad manejaban códigos meta-éticos fundamentados alrededor de este supremo principio.
Una polisemiosis paradigmática totalmente trascendente, es la posibilidad pura que nos brinda acceder a este principio inabarcable, que servirá de PIEDRA ANGULAR y base en cuyos extremos puede construirse una estructura cultural que soporte la aglutinación de simbología de sentido y por lo mismo, extrapsicológica: Valor, Virtud, Voluntad, Virilidad, Victoria, Vehemencia, Visión, Veneración, Vacío, Vigor, Verdad, Verbo, Velar, Vida, atributos de lo Virginal, el eterno femenino lleno de Fidelidad, Fragor, Fundamento, Fuerza, Fuego, Frío, Fulgor, destellos de lo REAL reflejados en la sangre pura de los fieles y leales, caballeros andantes de triste mirada, que sostienen la espada, en busca del ORIGEN y la amada inmortalidad, melancólicos lamentos de un recuerdo de A- mort en medio de este mundo moderno, mercantilista, mortal e infrahumano que pudre a la humanidad en lugar de engrandecerla.
Cuando finalmente vemos lo que tenemos frente a nosotros, esta pobreza espiritual irreversible, la caída de la patria, de la familia, del orden social; cuando vemos esta decadencia, esta deserción a través del universo, sin héroes, sin gigantes, sin dioses que arrieguen un combate por l honor y la dignidad perdidas.
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