Ahora bien, respondamos a dos preguntas vitales: ¿ qué debemos amurallar? y ¿ para qué se construye una muralla? La respuesta a estas preguntas es conducente a los objetivos primordiales de la oposición estratégica.
Ya lo dijimos, debemos CERCAR él YO, es decir, el rasgo diferencial por excelencia, el EGO, que no debemos confundir con la personalidad psicológica; aquí la respuesta a la primera pregunta se torna completamente clara, ya que REFLEXIONANDO sobre la diferenciación de ambos agentes, se concreta la aislación.
Una muralla es un elemento táctico, en principio, eminentemente defensivo, y sirve para sostener una ZITKRIEG 36 o guerra de sitio. Se comprenderá ya, que la lucha del individuo, su estrategia de cerco, se plantea contra FUERZAS ABRUMADORAMENTE SUPERIORES. Por ello es que los antiguos construían ciudades amuralladas, pues como elemento táctico, permite soportar el asedio de fuerzas muy superiores. Hagamos algunas aclaraciones, el sujeto colectivo que engloba al individuo, es un sujeto enfermo que sufre de paranoias manifiestas en terrorismo, inseguridad jurídica, inseguridad ciudadana, delincuencia, enfermedades, violencia física y mental, disolución social, intolerancia y tolerancia pasiva a las lacras, envidias y rencores colectivos, etc.; psicosis y neurosis en forma de contradicciones morales, amoralidad, disfunciones sociales, patologías psicoambientales, colectivización, pluriculturalidad, racismo biologisista, en fin, es claro ahora que los símbolos que sostienen estas distorsiones colectivas, son sostenidas por la psique de millones de sujetos en el planeta, y esta fuerza es abrumadora para un solo individuo. La respuesta a la segunda pregunta queda clara ahora, ya que el único elemento táctico que tiene grandes posibilidades de éxito para sostener un sitio semejante, es la muralla estratégica.
La tríada que debemos sostener para formar la arista psicológica, consiste en INTUICIÓN, VOLUNTAD Y REFLEXIÓN. Mediante la intuición detectamos la mentira esencial del ente, cosa, objeto, paradigma, arquetipo psicoideo, etc.; con la voluntad accionamos la reflexión, que se basa en otro elemento táctico de vital importancia para nuestra estrategia de oposición estratégica: el REVISIONISMO RE-ASIGNATIVO. ES DECIR, DEBEMOS REALIZAR INVERSIONES SEMIÓTICAS. Esto significa cambiar los significados de todas las entidades en niveles psicológicos funcionales y coadyuvantes. Encontrar los verdaderos sentidos y las verdaderas significaciones de todas las cosas, y caer en cuenta que las significaciones culturales son sostenidas por la voluntad de un sujeto colectivo, enfermo y miope.
Por eso recalcaremos lo siguiente, quienes hemos concebido este tratado no estamos jugando, las realidades que tocamos son serias, y de ninguna manera hemos realizado este trabajo para ganar renombre, reputación, y aportar un libro más que luego caerá en la indiferencia general. Quienes concebimos este tratado vemos las cosas con gravedad, y participamos activamente de una estrategia de oposición refrendada por un legado milenario.
36 Guerra de Sitio.
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