ardientes y pasionales, esta dualidad no puede explicarse, pero tal vez es
atribuible a una cierta soberbia natural que los impele a buscar desafíos, y ha
soportar altas dosis de dolor y sufrimiento.
Cuando consiguen orientarse absolutamente, logran inspirar en los demás los
más elevados anhelos, las altas cumbres. Llegan a sentir un gran desprecio por
el mundo, y todas sus estructuras las ven como una sería amenaza a su propia
autonomía.
Su tendencia de abrirse hacia el infinito, hacia la posibilidad pura, acrecienta su
oposición a las estructuras y superestructuras, por lo que generan el rechazo
deliberado de estas. Dicho de otra manera, no encuentran su lugar en el
mundo, y por ello su soledad no es solo auto impuesta, sino resultante, un
efecto energético desatado por esa oposición consiente o inconsciente al
mundo de la materia. Por ello la mitología hebrea lo asimila al errante, de error,
Caín. Son individuos aristocráticos, y su despliegue comunicacional logra su
máximo desarrollo con el uso de las artes.
Como tienen intuición simbólica, logran acceder a una meta-cognición, y al uso
de los lenguajes y las inteligencias múltiples. Si logran la individuación es de
esperar que asuman las paradojas, resistiendo su poder disolvente a pura
fuerza de voluntad. El liderazgo en ellos es una virtud cardinal, por lo que los
conquistadores siempre pertenecieron a este tipo extrapsicológico, y por eso
siempre son muy pocos.
Puede ser que Ud., hipotético lector, manifieste muchos de los rasgos aquí
descriptos, si es así, este mensaje no será desoído: Es posible salir del
laberinto existencial, superar el abismo antológico y el fatalismo resultante, lo
único que debe hacer es asumir una actitud meta-ética hacia la vida, y afrontar
con honor los símbolos con los que se enfrente.
2. Estrategia Psicosocial.
Proviene de la voz griega “strategîa”, que es el “arte de dirigir las operaciones
militares”. Habilidad destreza, pericia para dirigir un asunto.
Pero ya que hemos logrado desentrañar la mente colectiva, diremos que
estrategia es el arte de controlar o manipular la fuerza de un oponente para los
fines propios. Si este oponente es una superestructura colectiva, diremos pues
que es mucho más potente y abarcante que el sujeto individual, de ahí el
peligro inherente a la manipulación de grandes estructuras energéticas. El
peligro es real, y se llama fagocitación psíquica.
Dicho de otra manera, el sujeto individual cuando no es destruido en el
enfrentamiento, es asimilado a la superestructura, y la tensión consecuente lo
involucra en un papel dramático.
- 120 -