METAÉTICA PSICOLOGÍA SOCIAL | Page 115

lo emocional. Ahora bien, es posible encontrar un tipo intermedio, es decir, donde el predominio de lo racional y emocional sea equilibrado, primando uno y otro indistintamente. De todas maneras estos tipos solo sirven para el análisis científico, y la funcionalidad epistemológica, siendo difícil encuadrar las personas “reales” a los tipos. Diremos que la tipología de Jüng es válida para nosotros, ya que el tipo introvertido-sentimental pertenece al Tipo Irracional o Sacralizante que tiene su razón de ser solo dentro de una cultura del Ícono. Y el tipo extrovertido- reflexivo pertenece al Tipo Lúdico, que tiene su razón de ser solo dentro de una cultura lúdica. El TIPO IRRACIONAL O SACRALIZANTE aglutina a los más elevados exponentes de la ética-psicológica. Es un tipo muy superior al lúdico, pues el sentimiento que manifiestan es cualitativamente una función superior, dicho de otra manera, emoción sublimada. A este tipo pertenecen los teleólogos rigurosos: filósofos, dogmáticos, epistemólogos, empiristas, cientificistas, teólogos, metódicos, positivistas, existencialistas, fatalistas, ideólogos, intelectuales, profesionales de tiempo completo como médicos, funcionarios públicos, banqueros internacionales y militares; y en lo escatológico, gurues, ascetas, profetas, hombres del destino, psiconautas, avatares, sacerdotes, fanáticos religiosos, “pastores”, abelitas, etc.; Hagamos ahora una descripción funcional del tipo. Un evangelista y un marxista, pertenecen al tipo irracional sacralizante, uno inca su rodilla ante Jesús, el otro ante la materia, ambos son su “dios”, y como afirmamos al ver el despliegue del símbolo emergente ante la conciencia, son impotentes volitivamente a la hora de contrarrestar la fagocitacion del símbolo sagrado en su despliegue entelequial, alimentándose de la propia energía psíquica del sujeto. El sujeto irracional sacralizante es intolerante cuando se trata de imponer sus paradigmas culturales, y en el caso de sujetos completamente fagocitados por el arquetipo psicoideo, símbolo sagrado, Ícono cultural, ente paradigmático, se torna él mismo en símbolo. Este tipo se desarrolla en la CULTURA DEL ÍCONO; Por ejemplo, el “profesional eficiente”, fagocitado por el arquetipo, Ícono, modelo paradigmático perfecto de su profesión, es un sujeto completamente dedicado a su actividad profesional, resultándole muy difícil expurgar su propia dependencia psíquica al trabajo, desarrollando una manía que será la causante de serios trastornos psicológicos como el “estrés” y el soumenage. Un sacerdote, por ejemplo, sufrirá de serias disfunciones sexuales, una monja de dolor de ovarios, todo por la continencia ascética que se exigen a sí mismos para acceder a la plenitud metafísica del símbolo sagrado que los fagocita; un revolucionario, se sacrificara por la revolución y el comandante Castro, hasta se inmolara por la “justicia social”; el “huelguista de hambre” asumirá la medida hasta las últimas consecuencias. Es decir, llamamos a este tipo IRRACIONAL SACRALIZANTE POR QUE SU ACTITUD ES CONDUCENTE AL SACRIFICIO DOLOROSO LLEVADO POR UNA FÉ, LA CREENCIA IRRACIONAL EN UN SÍMBOLO, ENTE, ARQUETIPO, ÍCONO, PARADIGMA, O LO QUE SEA. En el caso del fanático laboral, la reputación, o un estilo de vida burguesa, en el caso de fanático religioso, sentarse a la derecha del “Padre” para juzgar a los vivos y a los muertos, en el caso del - 115 -