METAÉTICA PSICOLOGÍA SOCIAL | Page 102

ininterrumpido de todas los contextos, sin posibilidad de extravío, pero la inteligencia se sujeta necesariamente al rasgo diferencial por excelencia, LA FUERZA VOLITIVA DE DICHO INDIVIDUO, que lo hace converger ante la posibilidad abarcante de varios contextos, contenidos y lenguajes, sin mayores dificultades. En mitología ancestral, esta virtud era ponderada como el hilo de Ariadna, que permite a Teseo salir del laberinto sin perderse. Admirable capacidad conceptual analógica del hombre antiguo, que explica la existencia de las inteligencias múltiples, milenios antes de la semiología aplicada de Gadner. Detengámonos en la afirmación que hacemos sobre la fuerza volitiva como disparador de esa grandiosa facultad que posee el ser humano capaz de concentrar, aglutinar, su energía psíquica en pos de una posibilidad. Ya lo dijimos: “La re-versión vectorial implica la pérdida del centro metafísico, sin el cual, la dispersión de la energía es inevitable.” Es decir, sin conciencia abarcante, no es posible ser conciente de este potencial, y sin este potencial, no es posible individuarse. Y lo más importante, no es posible ser conciente de lo abarcante sin robustez volitiva. La individuación requiere de gran concentración de energía psíquica desplegada hacia la reflexión intuitiva de sí mismo. Es decir, cognocernos, para cognocer el universo. Solo el desarrollo de la INTUICIÓN SIMBÓLICA REFLEXIVA, es lo suficientemente abarcante para trascender gnoseológicamente los rangos psicológicos. Solo la fuerza de voluntad es capaz de concentrar las energías psíquicas en pos de una posibilidad pura, es decir, INFINITA. Y esa es la verdadera escencia CRISTICA de la mitología pagana, secularizada posteriormente por el catolicismo, pese a la influencia de la simbología judaica tardía, que confunde la posibilidad pura, con el fatalismo existencial. Aquí podemos apreciar la riqueza polisémica de los mitos ancestrales desde una perspectiva eminentemente psicológica. INTUICIÓN, REFLEXIÓN Y VOLUNTAD, he aquí la tríada significativa y conducente hacia la meta-ética. Lo egoico es volición pura, autónoma de cualquier rango psicológico. Y al contrario de algunas posturas positivistas inherentes al psicologismo freudiano, esta variable no es susceptible de medición formal ni material. Y ahora vamos a ver el por qué de esta afirmación esgrimiendo varias pautas fundamentales. 6. La Fuerza Volitiva, el rasgo diferencial. Lo anímico, es decir, las estructuras psicológicas son un sistema autónomo, que despliega un proceso determinado por la legalidad inherente a su funcionalidad en este plano material energético. Solo necesita de trayectos marcados por símbolos, que por eso mismo se llaman conducentes. Ya vimos como se despliegan estos símbolos sagrados en el inconsciente, y su emergencia en la esfera de sentido, nuestra realidad habitual o estado de - 102 -