EL COMPORTAMIENTO INCIERTO DE LA OFERTA LABORAL Y DE LA TASA DE DESEMPLEO
En el largo plazo , la magnitud y los cambios de la fuerza laboral parecen ser relativamente fáciles de predecir , con tal que puedan ligarse exclusivamente a factores de tipo demográfico y sociológico . La demografía determina la evolución de la población total y el porcentaje de la población mayor de doce años y por tanto la población en edad de trabajar , además de la composición de esta última por edades , sexo , ubicación geográfica , etc . La sociología determina , entre otras cosas , para cada grupo estudiado las tasas de escolaridad y nupcialidad . Asumiendo que las tasas específicas de participación laboral ( de tal grupo etario , tal sexo , tal estado civil , tal condición escolar , tal sitio ) son estables en el tiempo , es posible estimar el comportamiento de la tasa global de participación ( o proporción de la oferta laboral en la población en edad de trabajar ).
No es objeto de este escrito el discutir la exactitud que este en foque genera en las predicciones de largo plazo . En todo caso resulta indudable la influencia estratégica de los factores demográficos y sociológicos sobre la oferta laboral .
Pero en el corto y aun en el mediano plazo ( es decir , durante el ciclo económico ), las variaciones de la tasa de participación se independizan de su base demográfica y sociológica y vuelven incierta la magnitud de la fuerza laboral . Ilustraremos este aserto para el caso colombiano .
Definidas ambas variables como porcentajes de la población en edad de trabajar con el fin de evitar los sesgos debidos a las estimaciones poblacionales . Entonces el paralelismo entre ambas para el caso de las ciudades de Bogotá , Medellín , Cali y Barranquilla , tomadas de una manera consolidada , resulta absolutamente claro no sólo a mediano plazo ( fases de auge y de receso de varios años ) sino también para los datos trimestrales de corto plazo . El ciclo de la oferta -tasa de variación frente al mismo trimestre del año anterior está dictado por el ciclo de la demanda . Más aún , ésta parece ser una ley que no admite excepciones regionales , puesto que para cada ciudad tomada aisladamente la oferta y la demanda de trabajo se mueven siempre en la misma dirección .
En suma : todo esto ocurre como si los auges de la actividad económica que hacen crecer los puestos disponibles hicieran brotar también , desde la población inactiva , los brazos necesarios y los recesos redujeran no sólo la oferta de puestos sino también los demandantes para los mismos .
Uno de los puntales tradicionales de la teoría económica ha sido la idea del " mercado laboral ". En él , la oferta y la demanda de trabajo , determinadas de manera independiente por diversos factores económicos ( entre los cuales está el salario ), permitirían fijar ala vez el nivel de empleo y la remuneración del trabajo . Esta idea : " la fuerza de trabajo es una mercancía “, no es exclusiva del neoclasicismo , aunque esta escuela la haya llevado más al extremo (" el trabajo es una mercancía como las otras ") con la pretensión de mostrar que si el empleo y el tipo de salarios son un caso particular de la teoría del cambio , entonces toda la teoría económica , incluyendo la de la producción y la de acumulación , podrían cimentarse sobre esa base .
No obstante , este proyecto teórico posee , entre otros , este Talón de Aquiles : la existencia de un equilibrio en el mercado laboral y por tanto la existencia misma de ese mercado quedan puestas en entredicho por la indeterminación teórica de la forma de la curva de oferta . Esta última podría responder positivamente al salario si el efecto de sustitución primara sobre el efecto ingreso , o podría responder negativamente al mismo en el caso contrario . En este último evento nada aseguraría la posibilidad de un equilibrio estable