TRATAMIENTO FINAL
El ingreso de un paciente en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) está justificado cuando es posible
revertir o paliar su situación crítica; a pesar de ello, en las UMI se produce una alta mortalidad con
respecto a otros servicios hospitalarios. El tratamiento al final de la vida de los pacientes críticos y la
atención a las necesidades de sus familiares están lejos de ser adecuados, por diversos motivos: la
sociedad niega u oculta la muerte, es muy difícil predecirla con exactitud, con frecuencia el tratamien-
to está fragmentado entre diferentes
especialistas y hay una insuficiente
formación en medicina paliativa, inclu-
yendo habilidades de comunicación.
Se producen frecuentes conflictos re-
lacionados con las decisiones que se
toman en torno a los enfermos críticos
que están en el final de su vida, espe-
cialmente con la limitación de trata-
mientos de soporte vital (LTSV). La
mayoría son conflictos de valores en-
tre las diversas partes implicadas: el paciente, sus familiares y/o representantes, los profesionales sa-
nitarios y la institución. El Grupo de trabajo de Bioética de la SEMICYUC elabora es-
tas Recomendaciones de tratamiento al final de la vida del paciente crítico con el propósito de contri-
buir a la mejora de nuestra práctica diaria en tan difícil campo. Tras el análisis del papel de los agen-
tes implicados en la toma de decisiones (pacientes, familiares, profesionales e instituciones sanita-
rias) y de los fundamentos éticos y legales de la omisión y retirada de tratamientos, se aconsejan
unas pautas de actuación en lo referente a la sedación en el final de la vida y la retirada de la ventila-
ción mecánica, se matiza el papel de las instrucciones previas en medicina intensiva y se propone un
formulario que refleje de forma escrita las decisiones adoptadas .
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