Med fam Andal Vol. 16, N º. 3, noviembre 2015
CARTAS AL DIRECTOR
Trascendencia de la automedicación en úlceras por presión del pie en pacientes con neuropatías
Sr. Director:
Una mujer de 74 años, con pluripatologías crónicas( incluyendo diabetes mellitus tipo 2 y obesidad clase II), acude a consulta de enfermería para seguimiento dentro del Plan Integral de Diabetes de Andalucía.
El enfermero de atención primaria detecta en la exploración física de los pies una lesión hiperqueratósica, de coloración marronácea oscura, piel perilesional macerada de color blanquecino, aumento de la temperatura e inflamación en la ubicación de la quinta cabeza metatarsal del pie izquierdo( Figura).
Manifiesta tener un callo en esa zona desde hace tiempo y al igual que en otras ocasiones, adquirió por iniciativa propia y sin prescripción facultativa un callicida en la farmacia para aplicárselo. Comenta no haber notado mejoría y estar valorando la administración de otro nuevamente.
La hiperqueratosis o callosidad es una hiperplasia de las capas externas de la piel( superficie córnea). Se aumenta el depósito de una proteína resistente y protectora, llamada queratina. Habitualmente, este incremento del grosor de la piel forma parte de su protección frente a fuerzas de fricción, presión y otras formas de irritación local del pie con las estructuras vecinas. Suelen aparecer circunscritas a prominencias óseas donde se acentúan estos factores extrínsecos que inciden sobre la piel. En respuesta a ello, se interrumpe puntual o parcialmente la microcirculación, las células de la epidermis superficial se destruyen y acantonan, implicando una pérdida de elasti- cidad, mayor rigidez de la piel, engrosamiento y endurecimiento de las capas epiteliales. Las consecuencias son molestas, ocasionando dolor e incapacidad en los casos más extremos, exacerbándose en regiones plantares y en personas con patologías asociadas de movilidad. El tratamiento dependerá del lugar, tipo, etiología, situación del paciente o gravedad, pero el objetivo terapéutico debe ser la eliminación del engrosamiento de capas epiteliales rígidas, hasta recuperar la elasticidad y plasticidad de la piel. Es recomendable evaluar y analizar la biomecánica para indagar sobre el origen podológico de la queratosis.
El médico y el enfermero de atención primaria le explican que dadas las patologías que presenta, es importante no utilizar este tipo de tratamientos para la eliminación de las lesiones hiperqueratósicas. Los apósitos queratolíticos actúan mediante agentes químicos, desencadenando una quemadura en la piel con la que entran en contacto. La quemadura producida no es delimitada ni específica de la zona afectada, originando irritación de la piel de alrededor y a su vez, más dolor que la propia lesión inicial( 2). La contraindicación de estos productos, forma parte de la prevención, educación sanitaria y promoción de la salud en los diferentes ámbitos de nuestra actividad profesional( 5).
El manejo de callicidas sin criterio o supervisión de profesionales sanitarios predispone al padecimiento de multitud de alteraciones dérmicas. Si a esto le añadimos que son autoadministrados por pacientes con pie de riesgo, puede generar un serio problema cuando acudan a los servicios sanitarios. Las consecuencias y complicaciones derivadas de la aplicación
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