Ortega del Moral A, et al- PROCESO ASISTENCIAL INTEGRADO DE ATENCIÓN AL EMBARAZO, PARTO Y PUERPERIO 2014: EVIDENCIA...
Los valores de referencia TSH específicos así como de hormonas tiroideas en el embarazo no están claramente establecidos y presentan cambios relevantes en función de la semana de gestación y de las poblaciones consideradas, por lo que se debe ser muy cauto antes de clasificar como enfermas a embarazadas sanas, sobre todo en países sin una clara yododeficiencia, esta situación requiere realizar una importante reflexión crítica sobre los valores diagnósticos.( 16)
En el ámbito nacional, la sociedad Española y Andaluza de Endocrinología y Nutrición( grupo de trabajo de trastornos por déficit de yodo y disfunción tiroidea) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, consideran que está justificado el cribado universal a todas las gestantes en la primera visita.( 16,17)
Por el contrario, tanto el PAI Embarazo de la Junta de Andalucía, la Guía de Embarazo del ministerio de Sanidad, y el PAPPS( Programa de Actividades Preventivas de la Sociedad Española de Medicina Familiar), recomiendan el cribado selectivo ante la presencia de factores de riesgo( 1,2,11). Consideran que la determinación de TSH presenta un balance riesgo-beneficio indeterminado, por lo que no se aconseja el cribado universal en todas las gestantes y se recomienda el cribado de enfermedad tiroidea en la primera visita, sólo en gestantes con factores de riesgo.
Este posicionamiento se realiza tras los datos y evidencia aportada por dos magníficos trabajos( Negro et al 2010) y( Lázarus 2012) que con ensayos clínicos aleatorios que evaluaron a 4.562 y 21.486 gestantes respectivamente, comparando tipos de cribado de la función tiroidea o ningún cribado y resultados en la madre y en los hijos, han supuesto un salto cualitativo en el estudio del problema.( 18,19)
En esta situación de controversia, la reciente publicación( septiembre 2015) de una revisión sistemática de la Cochrane( 20), pensamos que arrojará mucha más luz. Con grado de evidencia moderada a alta se concluye que, aunque el cribado universal para disfunción tiroidea durante el embarazo aumenta el número de mujeres diagnosticadas con hipotiroidismo( que puede ser tratado posteriormente), no tiene un claro impacto( beneficio o daño) sobre los resultados maternos e infantiles.
El cribado universal versus selectivo aumenta diagnóstico y posterior tratamiento, pero no se encuentran claras diferencias en los resultados primarios: parto prematuro o preeclampsia. Tampoco se observaron diferencias claras en los resultados secundarios, incluyendo aborto espontáneo y muerte fetal o neonatal; Se carece de datos para resultados primarios como discapacidad neurosensitiva grave para el hijo y tampoco para otras medidas de resultados secundarios.
El cribado universal versus no cribado, para hipotiroidismo igualmente aumenta el diagnóstico y posterior tratamiento, pero tampoco se encontró ninguna diferencia clara para el resultado primario de discapacidad neurosensitiva grave para el niño( IQ < 85 hasta los tres años); Se carece de datos para otros resultados primarios como preeclampsia y parto prematuro y para la mayoría de otros resultados secundarios.
Otra reciente publicación( Chen 2015) no encuentra alteraciones en el desarrollo neurosensorial entre hijos de madres eutiroideas y de madres con hipotiroidismo subclínico en la gestación, evaluados hasta los 24 meses.( 21)
Hay grupos en nuestro país que consideran costeefectivo el cribado universal( Donnay et al 2015)( 23) si bien el modelo teórico construido para esta recomendación, se basa en premisas que tras la publicación de la reciente revisión Cochrane 2015 de estudios prospectivos( 20), podrían verse cuestionadas.
En conclusión y basándonos en la mejor y más actual evidencia disponible: no parece recomendable la determinación de TSH como test de cribado universal en todas las gestantes, indicándose únicamente en gestantes con riesgo elevado de enfermedad tiroidea.
En el caso de gestantes con riesgo, la valoración de resultados de TSH, se hará teniendo en cuenta los cambios hormonales durante la gestación y en especial en el primer trimestre, donde baja el valor de TSH, respecto a mujeres no embarazadas. Los valores deben ser interpretados utilizando rangos de TSH y T4 / trimestre-específico. El límite establecido superior de la normalidad de
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