Matemática divertida y curiosa
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Malba Tahan
El número siguiente a tevin itóto, o veintiuno, es para los niños del Orinoco, uno de
la mano de otro indio.
Un método semejante es usado entre los groenlandeses, para quienes el numeral
cinco es tatdiimat (mano); seis es arfinek ottausek, uno sobre la otra mano; veinte
es inuk navdlugo, un hombre completo. Vale la pena citar aquí, como otra
curiosidad, la manera que los naturales de Groenlandia expresan el número
cincuenta y tres. Ese número es expresado por una frase que literalmente dice:
¡tres dedos del primer pie del tercer hombre!
En gran número de tribus brasileñas 61 : cairiris, caraíbas, carajás, coroados guakis,
juris, omaguas, tupis, etc. aparecen los dígitos con algunas variantes; los omaguas
usan la palabra pua, que significa mano, para expresar también el número 5 y con
la
palabra
puapua
indican
diez;
los
juris,
con
la
misma
frase
indican
indiferentemente hombre o cinco. Según Balbi, los guaraníes dicen po-mocoi (dos
manos) para diez y po-petei (una manos), para cinco.
En Bakahiri 62 hay nombres especiales para designar los números uno, dos y tres; el
cuatro es formado por la expresión dos y dos; el cinco, por la expresión que
significa dos y dos y uno; análogamente forman el número seis diciendo dos y dos y
dos.
De ese número (6) en adelante, se limitan a mostrar todos los dedos de la mano
(como hacían con los primeros números) y después todos los dedos de los pies,
estirándolos lentamente, dedo por dedo, demorándose en el dedo correspondiente
al número. Es un ejemplo admirable de un lenguaje donde el gesto indica el
número, no habiendo vocablos propios, sino que solo para los tres primeros
cardinales.
Aún hay dudas relación a la existencia de vocablos especiales para esos primeros
(uno, dos y tres), pues Von den Steinen declara que en su primer viaje oyó el
numeral tres expresado por una palabra que significaba, propiamente, dos y uno;
pero mas tarde, en 1887, al realizar un segundo viaje, oyó el mismo número (3),
indicado por otra forma, pero no consiguió establecer su etimología.
61
Marti us, Qloesaria liguarum braslium.
Según Von den Steinen, que los analizó cuidadosamente, como mas tarde probó el erudito J. Capistrano d’Abreu,
estudiando a misma lengua. (Nota de Raja Gabagli