Matador Arte Luces de neón | Page 16

Unidos para la eternidad.

Se congrega el amor perpetuo de mis sueños,

y en una nube tienes tu trono,

y como Ramón López Velarde,

te traigo una corona de besos y esperanzas.

Porque contigo, el futuro se queda corto,

Y el presente, compadre del pasado,

es fantástico, tú brillas, como el ocaso,

como las atmósferas claroscuras de mis sueños,

hueles a vitalidad, a alegría,

a la vez que a tragedia y agonía.

Hueles a tragedia.

eres ceniza, ceniza y verso,

eres rosa y espina.

Pero eres más flor,

la última flor de un príncipe

en un altar desierto.

Rosas y versos,

amores y esperanzas.

En ti volví a nacer,

y en mi concepción te

conocí como una virgen inmaculada.

Como una hoja en blanco que nadie ha sellado.

Ahora, ahora estoy marcando un infinito, en tu piel,

un Ouróboros de eternidad y el comienzo de un ciclo,

porque esta vida que me diste no quiero que termine,

quiero que sea perpetua…

rosa y espina.

Mario González Guerrero

conocí como una virgen inmaculada.

Como una hoja en blanco que nadie ha sellado.

Ahora, ahora estoy marcando un infinito, en tu piel,

un Ouróboros de eternidad y el comienzo de un ciclo,

porque esta vida que me diste no quiero que termine,

quiero que sea perpetua…

rosa y espina.

Mario González Guerrero

OJO DE DIOS

"En el principio no había nada…

y explotó. "

-Sabe quién

En la cabellera de algún mundo

ubicado en ese mismo sector de la vía láctea que

no sería prudente poner en relevancia ahora mismo,

Leonora- niña- leñadora afeitaba su planeta de raíz.

Una noche de la octingentésima de sus niñeces

le bastó para cogerla,

polvorizarla

emprismarla

y cobijarla

con hojas de laurel.

¿Átomo? Universo, tiempo:

el porro perfecto.

Encendió su Ronson

y del chispazo,

uno que se llamaba YHWH

estalló, murió, formó.

si quieres espacio,

años

—negros y de luz —

Carne:

almas crucificadas en sus huesos.

Sangre,

jeroglíficos de miedo

sobre pieles de niños muertos

o vírgenes de vida,

tez.

¿Quieres que te lo cuente otra vez?

Da igual.

El infinito no te va a pedir permiso para incesar.

Dosis precisa de rayo,

—le bautizan estrella —

El universo es un cigarro

de ellas.

Dicen en sus raíces

que las estrellas humean

memorias amorfas

de caducados caníbales,

reses morenas que se dan de mamar

leche de cacao,

sapos de maguey con sangre de pulque

(y sin embargo, laten)

demencia en las gargantas de las aves,

libidos de marineros homosexuales

en curso a puertos desconocidos.

Leonora se enciende ahora

por las piernas y apenas anoche

le empezaron a arder las uñas de los pies.

Tiene sueño y Leonora- diosa- señora

se consume lentamente, lánguidamente

como el ayer, hoy, siempre

y después…

En la cabellera de algún mundo.

Una noche de la octingentésima de sus niñeces

le bastó para cogerla,

polvorizarla

emprismarla

y cobijarla

con hojas de laurel.

¿Átomo? Universo, tiempo:

el porro perfecto.

Encendió su Ronson

y del chispazo,

uno que se llamaba YHWH

estalló, murió, formó.

si quieres espacio,

años

—negros y de luz —

Carne:

almas crucificadas en sus huesos.

Sangre,

jeroglíficos de miedo

sobre pieles de niños muertos

o vírgenes de vida,

tez.

¿Quieres que te lo cuente otra vez?

Da igual.

El infinito no te va a pedir permiso para incesar.

Dosis precisa de rayo,

—le bautizan estrella —

El universo es un cigarro

de ellas.

Dicen en sus raíces

que las estrellas humean

memorias amorfas

de caducados caníbales,

reses morenas que se dan de mamar

leche de cacao,

sapos de maguey con sangre de pulque

(y sin embargo, laten)

demencia en las gargantas de las aves,

libidos de marineros homosexuales

en curso a puertos desconocidos.

Leonora se enciende ahora

por las piernas y apenas anoche

le empezaron a arder las uñas de los pies.

Tiene sueño y Leonora- diosa- señora

se consume lentamente, lánguidamente

como el ayer, hoy, siempre

y después…

En la cabellera de algún mundo.