Marielalero Compilatorio 24 febrero 2011 - 20 julio 2012 | Page 536

Cada vez que se dirigen a los adultos se topan generacionalmente y evolutivamente con dos visiones de la vida donde no existe la concordancia y en muchos casos la predisposición en llegar a un feliz acuerdo como entendimiento de ambas partes.
Ambas generaciones están hablando al mismo tiempo en dos idiomas completamente distintos y distantes en cuanto a su codificación intelectual y cognitiva. Estos jóvenes no comprenden a nuestro intelecto y a los pensamientos que los gobiernan. No entienden el por que los adultos reviven sus pasados comparando sus vidas y poniéndolas como ejemplos lo que los lleva a olvidarse del tiempo presente.
Cada vez que este dispositivo genético se active en los adultos y reflejen resistencia a flexibilizar sus pensamientos censurados por el temor, la rigidez y estructuración, ellos reaccionaran y protegerán vibratoriamente sus pensamientos ante aquellos encuentros donde sus espíritus sean debilitados y expuestos.
Mucho de lo que para nosotros tiene valor e importancia, para ellos no la tiene porque saben desde su inteligencia y manera de decodificar la realidad pueden encontrar soluciones ingresándolas a través de sus cerebros y plasmarlas como realidades físicas y corpóreas dentro de esta sociedad y ambiente familiar.
Aunque sean parecidas sus posiciones y posturas catalogadas como rebeldes y pragmáticas entre ellos mismos son distintos.
Pueden solidarizarse, acompañarse y escucharse sin presentar pleitos ni rivalidades, esto ha ido llevándolos a valerse de códigos lingüísticos donde se explayen las condiciones genéticas que llevan incorporadas activándolas y aplicándolas para volver a recuperar el equilibrio y el sentido del por que están viviendo en este mundo.
Algunos vuelven a recordar y otros tristemente pierden casi por completo sus memorias genéticas, quizás esto nos explique por qué los adultos discuten y enfrentan a sus hijos para que se alejen de amistades que son consideradas influencias negativas.
Ellos presentan resistencia a las órdenes abocándose más aun a salvar a su propia generación que les está siendo el espejo de los primeros síntomas que llevaron al mundo de los adultos a entrar en la falta de sincronía en la que actualmente se encuentran viviendo.
Para ellos los recuerdos son sucesos que quedaron en el pasado por lo tanto su presente se construye superando el acontecimiento analizándolo y razonándolo constructivamente no destructivamente. Para ellos vivir en el sufrimiento y sentimiento de pérdida es como contraer virus emocionales que terminan infectando y enfermando sus condiciones psíquicas y físicas.
Hay rasgos muy particulares en ellos como el de trabajar cuando es necesario, el responder ordenes cuando ellos encuentran el momento, el estudiar y aprender lo que les útil e interesante donde pueden desplegarse a si mismos con su potencial creativo. Saben escuchar y observar a los adultos cuando sienten y ven que se dirigen hacia ellos con claridad y sin represión a sus sentimientos.
Los docentes en general son conscientes de esta realidad sin embargo obligadamente deben regirse por una planificación dirigida si quieren conservar sus puestos. Hay docentes que realmente enseñan no tan solo por vocación sino atreves de sus sentimientos y alegría hacia el trabajo que realizan, estos docentes también vienen siendo arrastrados por la misma corriente vibratoria que afectan a estos jóvenes y con dolor perciben que este mundo para ellos es desbastador ante aquello que se les ha venido inculcando como patrón de vida normal.
Estos docentes sienten impotencia de no poder hacer más de lo que se les permite caso contario empiezan a quedarse y a ser aislados del sistema educativo y de sus pares que no comparten sus criterios políticos como personales.