Marejadas Rurales y Luchas por la vida CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL y ECONÓMICA del CAMPO | Page 93
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JOSÉ ÁLVARO HERNÁNDEZ FLORES
Crecimiento urbano y propiedad social: el papel de los ejidos en la zona conurbada de Puebla
la enajenación de tierras ejidales con fines regulatorios prácticamente durante
todas las décadas a partir de 1960. Le siguen en importancia la Secretaría de
Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) con 11 expropiaciones que se
llevaron a cabo entre 1950 y 1970, que involucraron una superficie de 1 mil 494
hectáreas; y el Gobierno del Estado de Puebla con 28 decretos expropiatorios
que entre 1960 y el año 2000 comprometieron más de 638 hectáreas.
La revisión documental de los procesos expropiatorios revela tres periodos
en los que el crecimiento de la ciudad se sustentó de manera intensiva sobre
la superficie de suelo social:
Primer periodo: Consolidación y ruptura de la continuidad espacial
(1950-1975)
Durante este periodo durante el cual se interrumpe el proceso de
consolidación de suelo agrario en los municipios aledaños a la ciudad de
Puebla –el cual se había presentado con particular intensidad en las décadas
anteriores– y surgen los primeros asentamientos espontáneos desvinculados
de la mancha urbana que rompieron con la unidad espacial que hasta entonces
había conservado la capital del estado (ver Figura 5).
Como resultado de este proceso, en el año de 1962 se suprimieron e
incorporaron al desarrollo urbano de la capital, bajo la figura de presidencias
auxiliares, los municipios circundantes de San Jerónimo Caleras, San Felipe
Hueyotlipan, San Miguel Canoa, La Resurrección y Totimehuacán, con lo
cual la ciudad de Puebla pasó de 132 a 515 kilómetros cuadrados (Salamanca,
2005). La mayor parte de las expropiaciones que tuvieron lugar a lo largo de
este periodo se llevaron a cabo dentro del perímetro de la ciudad de Puebla, y
en menor medida en los municipios de Cuautlancingo, San Miguel Xoxtla y
San Martín Texmelucan, en donde las tierras expropiadas fueron cedidas para
el asentamiento de importantes industrias, como la automotriz Volkswagen, la
siderúrgica HYLSA y el complejo petroquímico Independencia de PEMEX.
Segundo periodo: Relocalización industrial periférica (1975-1990)
El segundo periodo, que abarca de 1975 a 1990, se asocia a la estrategia
de incremento de los factores de localización regional instrumentada por el
Estado, la cual se abocó a generar una estructura de incentivos para que las
nuevas industrias se instalaran fuera de los límites de la capital. Dicha estrategia
privilegió la expropiación de terrenos ejidales para el desarrollo de parques
industriales e infraestructura (gaseoductos, líneas de alta tensión, carreteras,
aeropuerto, etc.), principalmente en los municipios catalogados como parte
de la conurbación directa e indirecta, y en menor medida, en la capital del