Marejadas Rurales y Luchas por la vida CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL y ECONÓMICA del CAMPO | Page 191

166 LUZ LLAMAS GUZMÁN l ELENA LAZOS CHAVERO Estrategias de conservación de las semillas por medio de ferias, bancos de semillas locales indagó como los agricultores llevan a cabo diferentes formas para conservar sus variedades locales, entre las cuales se encuentran las ferias de semillas nativas, los bancos de semillas locales y el reconocimiento de los agricultores cuidadores de variedades de importancia local. Las estrategias analizadas en este escrito se complementan entre sí y estas pueden variar dependiendo de las condiciones locales y de las necesidades específicas que cada agricultor requiere. Introducción La agrobiodiversidad comprende las diferentes especies, variedades, los recursos genéticos, es el producto de una serie de interacciones entre los humanos y las plantas. Como parte de un proceso de domesticación, inició desde hace más de 10,000 años (Hernández-Xolocotzi, 1988; Harlan, 1992; Brookfield & Padoch 1994; Casas & Caballero, 1995), donde los agricultores han ido seleccionando características específicas de las plantas dando como resultado una diversidad de tamaños, formas, sabores, colores y cambios en los niveles de defensa de las plantas (Baker, 1972; Heiser, 1988). Esta agrobiodiversidad ha sido generada principalmente por las poblaciones indígenas y campesinas, quienes han resguardado, multiplicado, intercambiado y adaptado las semillas a diferentes condiciones ambientales propias de cada sitio (Brush, 1995; Wood & Lenne, 1997; Thrupp, 2000; Boege, 2008; Conabio, 2017). Los agricultores moldean esta agrobiodiversidad, ya que dentro de sus cultivos experimentan y ponen en práctica una serie de conocimiento locales y diversas prácticas agrícolas (Brookfield & Padoch, 1994). Hay conocimiento del ciclo de vida de las plantas, del uso culinario, medicinal o cultural que tienen las diferentes variedades sembradas, conocimiento del ambiente óptimo para el desarrollo del cultivo o conocimiento de las interacciones (positivas o negativas) que una especie puede llegar a tener con otras plantas dentro de la parcela (Mapes et al., 1994). Como menciona Santilli (2012) “la agrobiodiversidad es esencialmente un producto de la intervención humana sobre los ecosistemas, inventiva e imaginación humana en la interacción con el ambiente natural. Un proceso cultural, de conocimiento e innovación, un desarrollo que se comparte entre los agricultores. De esta manera, la agrobiodiversidad no puede ser tratada de manera separada de los procesos culturales y socioeconómicos”. La agrobiodiversidad abarca diferentes niveles que van desde la diversidad genética, esto es, la variación intraespecífica e interespecífica, el manejo que