Marejadas Rurales y Luchas por la vida CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL y ECONÓMICA del CAMPO | Page 171

146 MARÍA PAULA HERRERA SALAZAR Saberes de milperos: reflexiones en torno a la alimentación territorializada de los choles de Tila Introducción Un olor que percibió la sacudió. Era un olor ajeno a esta casa. John abrió la puerta y apareció ¡con una charola en las manos y un plato con caldo de colita de res! ¡Un caldo de colita de res! No podía creerlo. Tras John entró Chencha bañada en lágrimas. El abrazo que se dieron fue breve, para evitar que el caldo se enfriara. Cuando [Tita] dio el primer sorbo, Nacha [su difunta nana] llegó a su lado y le acarició la cabeza mientras comía, como lo hacía cuando de niña ella se enfermaba y la besó repetidamente en la frente. Ahí estaban, junto a Nacha, los juegos de su infancia en la cocina, las salidas al mercado, las tortillas recién cocidas, los huesitos de chabacano de colores, las tortas de Navidad, su casa, el olor a leche hervida, a pan de natas, a champurrado, a comino, a ajo, a cebolla… (Esquivel, 1989: 48). El realismo mágico de este fragmento del libro “Como agua para chocolate” de la escritora Laura Esquivel resulta inspirador para dar inicio a un escrito en el que busco compartir una idea central: que la alimentación es una de las formas más contundentes de territorializar en las culturas. Como se evidencia en el fragmento anterior, el caldo de colita de res hizo que Tita recordara su casa y con ella los sabores, los olores y los cariños de su infancia; tal como nos sucede a muchos cuando volvemos a probar la comida de casa después de una larga ausencia, y como también le ocurre a los choles de Tila cuando comen el pollo en mole de la abuela, los tamalitos de elote de la madre o el atol de maíz morado que solo preparan las mujeres en ciertas épocas del año. Con este contexto, en las próximas páginas elaboraré algunas reflexiones acerca de la relación entre los sabores y los saberes locales, es decir, entre lo que comemos en nuestro lugar y todo lo que hay detrás de esa comida: la forma de conseguir los ingredientes, lo que necesitamos saber para preparar un alimento –como cuánta sal hay que ponerle, cómo se debe revolver, si necesita más agua o más fuego, dónde están las plantas de donde se obtienen las hojas para envolver los tamales– y así todo lo que hacemos cotidianamente para que nosotros y nuestras familias estemos sanos y bien alimentados. De ahí el título del trabajo de grado que dio origen al presente escrito: “De saberes de milperos y sabores con justicia. Una etnografía de la alimentación territorializada de los choles de Tila, Chiapas, México”. Saberes de milperos es una alusión a los conocimientos de una comunidad localizada y su contexto. Hablo de los milperos porque con ellos realicé esta investigación: es la gente campesina que hace milpa, quienes saben cultivar su propio alimento; son winik, los hombres y mujeres de maíz del sur de