Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 73

—Eres m i m ej or am iga. Me parece que a veces te conozco m ej or de lo que te conoces tú a ti m ism a. Os veo j untos, y la única diferencia que hay respecto a Shep y a m í es que nosotros nos acostam os. Nada m ás. —Hay una diferencia enorm e, enorm e. ¿Acaso Shep trae cada no- che a casa a una chica diferente? ¿Vas a ir a la fiesta de m añana con un tío que definitivam ente puede ser un novio potencial? Sabes que no puedo liarm e con Travis, Mare. Ni siquiera sé por qué estam osdiscutiéndolo. La expresión se Am erica se transform ó en decepción. —No estoy inventándom e nada, Abby. Has pasado casi cada m inu- to del últimomesconél.Admítelo:sientesalgoporesechico. —Déj alo, Mare —dij o Travis, ciñéndose la toalla alrededor de la cintura. Am erica y y o dim os un respingo al oír la voz de Travis y, cuando m i m irada se cruzó con la suy a, vi claram ente que la felicidad había desaparecido de ella. Se fue al vestíbulo sin decir nada m ás, y Am erica m e m iró con una expresión triste. —Creo que estás com etiendo un error —susurró ella—. No necesitas ir a esa fiesta a conocer a un chico, y a tienes a uno loco por ti aquí m ism o —prosiguió, dej ándome a solas. Me balanceé en el sillón y repasé m entalm ente todo lo que había ocurrido esa últim a sem ana. Shepley estaba enfadado conm igo, Am erica, decepcionada, y Travis… había pasado de estar m ás feliz de lo que lo había visto j am ás a sentirse tan ofendido que se había quedado sin habla. Dem asiado nerviosa com o para m eterm e en la cam a con él, m e quedé observando cóm o pasaban los m inutos en el reloj. Había transcurrido una hora cuando Travis salió de su habitación y apareció en el vestíbulo. Cuando dobló la esquina, esperé que m e pidiera que fuera a la cam a con él, pero estaba vestido y llevaba las llaves de la m oto en la m ano. Unas gafas de sol ocultaban sus oj os, y se m etió un cigarrillo en la boca antes de agarrar el pom o de lapuerta. —¿Te vas? —pregunté, incorporándom e—. ¿Adónde? —Fuera —respondió, abriendo la puerta de un tirón y cerrándola de un portazo trasél. Volví a dej arm e caer en el sillón y resoplé. De alguna m anera m e