Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 72

Me pregunté si alguna vez había existido algún tipo de lím ite en absoluto, y si y o era la única que pensabaqueTravisyyoseguíamossiendosoloamigos. Shepley salió hecho una furia de su cuarto, y Am erica corrió tras él. —Shep, ¡detente! —le rogó ella. Él se volvió a m irar la puerta del baño y luego a m í. Hablaba en voz baj a peroenfadada. —Me lo prom etiste, Abby. Cuando te dij e que no te dej aras llevar por las apariencias, ¡no m e refería a que os liarais! ¡Pensaba que erais solo am igos! —Y así es —dij e, conm ocionada por su ataque sorpresa. —¡No, no lo sois! —respondió él furibundo. Am erica le tocó el hom bro. —Cariño, te dij e que todo iría bien. Él se alej ó de ella. —¿Por qué apoy as esto, Mare? ¡Ya te he dicho cóm o acabará todo! Am erica le cogió la cara con am bas m anos. —¡Y y o te he dicho que te equivocabas! ¿Es que no confías en m í? Shepley suspiró, la m iró y después se largó furioso a su habitación. Am erica se dej ó caer en el sillón que había a m i lado y resopló. —No consigo m eterle en la cabeza que, tanto si lo tuy o con Travis funciona com o si no, no tiene por qué afectarnos. Supongo que está m uy quem ado por otrasveces.Simplemente,nomecree. —¿De qué estás hablando, Mare? Travis y y o no estam os j untos. Solo som os am igos. Ya lo has oído antes…, a él no le intereso en ese sentido. —¿Eso has oído? —Pues sí. —¿Y te lo crees? Me encogí de hom bros. —No im porta. Nunca pasará nada. Me ha dicho que no m e ve de ese m odo. Adem ás, tiene una fobia total al com prom iso. Me cos- taría encontrar a una am iga, aparte de ti, con la que no se hubiera acostado, y no puedo aguantar sus cambiosdehumor.Nomepuedocreer queSheppiensedeotromodo. —Porque no solo conoce a Travis… Ha hablado con él, Abby. —¿Qué quieres decir? —¿Mare? —Shepley la llam ó desde el dorm itorio. Am erica suspiró.