Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 44

Capítulo 3 Golpe bajo Finch dio otra calada. El humo le salió por la nariz en dos espesas columnas de humo. Levanté la cara hacia el sol mientras él me entrete- nía con su último fin de semana de baile, bebida y un nuevo amigo muy persistente. —Si te está acosando, ¿por qué le dejas que te invite a copas? —me reí. —Simple, Abby. Estoy sin pasta. Volví a reírme, y Finch me dio un codazo en un costado cuando vio que Travis venía hacia nosotros. —Hola, Travis —dijo Finch en tono cantarín, antes de guiñarme un ojo. —Finch —le respondió él, asintiendo con la cabeza. Movió las llaves en el aire—. Me voy a casa, Paloma. ¿Necesitas que te lleve? —Justo iba a entrar —dije, sonriéndole desde detrás de mis gafas de sol. —¿No te quedas conmigo esta noche? —me preguntó. Su cara era una combinación de sorpresa y decepción. —Sí, sí que me quedo, pero necesito coger unas cuantas cosas que me dejé. —¿Como qué? —Bueno, pues mi cuchilla, por ejem plo. ¿Qué más te da? —Sí, ya va siendo hora de que te depiles las piernas. Han estado arrancándome la piel a tiras —dijo él, con una mueca traviesa. A Finch casi se le salieron los ojos de las órbitas, mientras me echa- ba una mirada para confirmar lo que había oído. Yo le puse mala cara a Travis. —¡Así empiezan los rumores! Miré a Finch y sacudí la cabeza. —Estoy durmiendo en su cama…, solo durmiendo. —Ya —dijo Finch con una sonrisa petulante. Le di un manotazo a Finch en el brazo antes de abrir la puerta y subir