Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 31

Shepley asintió. —Sí que lo hace. Todo el mundo piensa que es un imbécil, pero si supieran toda la paciencia que tiene con cada chica que cree que pue- de domarlo… No puede ir a ninguna parte sin que anden fastidiándolo. Creedme; es mucho más educado de lo que lo sería yo. —Ya, estoy segura de que a ti no te encantaría estar en su lugar —dijo America, dándole un beso en la mejilla. Travis se estaba acabando el cigarrillo en el exterior de la cafetería cuando pasé por sulado. —Espera, Paloma. Te acompaño. —No tienes que acompañarme a todas las clases, Travis. Sé llegar sola. Travis se distrajo rápidamente con una chica de pelo largo y negro, con minifalda, que pasó a su lado y le sonrió. La siguió con la mirada y asintió a la chica, a la vez que tiraba al suelo el cigarrillo. —Luego te veo, Paloma. —Sí —dije, poniendo los ojos en blanco, mientras él corría junto a la chica. El asiento de Travis permaneció vacío durante la clase y me descubrí a mí misma algo molesta con él porque me hubiera dejado por una chica a la que ni siquiera conocía. El profesor Chaney pronto dio la clase por terminada, y me apresuré a cruzar el césped, consciente de que tenía que encontrarme con Finch a las tres para darle los apuntes de Sherri Cassidy de Iniciación a la música. Miré el reloj y apreté el paso. —¿Abby? Parker corrió por el césped para alcanzarme. —Me parece que todavía no nos hemos presentado oficialmente — dijo tendiéndome la mano—. Parker Hayes. Le estreché la mano y sonreí. —Abby Abernathy. —Estaba detrás de ti cuando viste la nota del exam en de Biología. Felicidades—prosiguió con una sonrisa y metiéndose las manos en los bolsillos. —Gracias. Travis me ayudó, si no habría estado al final de esa lista, créeme. —Oh, sois…