Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 183

na fiesta? Te harádaño. Travis tensó los dedos com o reacción, y y o le cogí la m ano hasta que se relajó. —Deberías irte, Parker. —Y tú deberías escucharm e, Abs. —No la llam es así —gruñó Travis. Parker no apartó los oj os de m í. —Estoy preocupado por ti. —Te lo agradezco, pero no es necesario. Parker sacudió la cabeza. —Te veía com o un reto, Abby. Ha conseguido hacerte pensar que eres diferente de las otras chicas para poder echarte m ano. Pero aca- bará cansándose de ti. Tiene una capacidad de atención propia de un niñopequeño. Travis se puso delante de m í, tan cerca de Parker que sus narices casi se tocaban. —Te he dej ado hablar, pero se m e ha agotado la paciencia. Parker intentó m irarm e, pero Travis se inclinó en su dirección. —Que no la m ires, j oder. Míram e a m í, pedazo de m ierda. — Parker m iró fij am ente a Travis a los oj os y esperó—. Com o se te ocurra tan solo respiraren su dirección, m e aseguraré de que llegues coj eando a la Facultad de Medicina. Parker retrocedió unos pasos hasta que pude verlo. —Pensaba que eras m ás lista —dij o él, m eneando la cabeza antes de girarse en redondo e irse. Travis observó cóm o se m archaba, y entonces sus oj os buscaron los m íos. —Sabes que no ha dicho m ás que gilipolleces, ¿no? Nada de eso es verdad. —Estoy segura de que es lo que piensa todo el m undo —dij e, dándom e cuenta del interés que despertábam os en quienes pasaban a nuestrolado. —Entonces les dem ostraré que se equivocan. Durante la sem ana siguiente, Travis se tom ó su prom esa m uy en serio. Ya no seguía la corriente a las chicas que lo paraban entre una y otra clase y, a veces, incluso era grosero. Cuando llegam os a la fiesta de Halloween del Red, estaba un poco preocupada por cóm o m antener alej ados a los com pañeros ebrios.