Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 182

Travis suspiró. —Todo el m undo… ¿Cóm o te sentirías si todo el m undo pensara eso de America? —¿Y quién dice que no es así? —dij o Am erica, ofendida. Todos nos reím os, pero Am erica torció el gesto—. No estaba brom eando. Shepley la consoló y la besó en la m ej illa. —Lo sé, nena. Pero renuncié a los celos hace m ucho; si no lo hubiera hecho, no tendría tiem po para hacer nada más. Am erica sonrió com o m uestra de gratitud y entonces lo abrazó. Shepley tenía una capacidad inigualable para hacer que todos los que estaban a su alrededor se sintieran bien, sin duda, una consecuencia de crecer con Travis y sus herm anos. Probablem ente era m ás un m eca- nism o de defensa que otra cosa. Travis m e acarició la orej a con la nariz, y m e reí hasta que vi a Parker acercarse. Me inundó el m ism o sentim iento de urgencia que ha- bía tenido cuando Travis quería volver a la cafetería, e inm ediatam ente m e solté de Travis para recorrer rápidam ente los tres m etros aproxim adam ente que nos separaban e interceptar a Parker. —Necesito hablar contigo —dij o él. Me volví a m irar detrás de m í y, entonces, dij e que no con la cabeza com o aviso. —Este no es un buen m om ento, Parker. De hecho, es m uy poco oportuno. Travis y Chris tuvieron un rifirrafe en la com ida, y él sigue m uy sensible. Será mejorquelodejesenpaz. Parker m iró fij am ente a Travis y después volvió a centrarse en m í, decidido. —Acabo de oír lo que ha pasado en la cafetería. Me parece que no eres consciente del berenj enal en el que te estás m etiendo. Travis es un m al bicho, Abby. Todo el m undo lo sabe. Nadie com enta lo genial que es que lo hay as cam biado…, todo el m undo espera que haga lo que m ej or se le da. No sé qué te habrá dicho, pero ni te im aginas qué tipo de personaes. Noté las m anos de Travis sobre los hom bros. —Bueno, ¿y a qué esperas para decírselo? Parker se m ovió nervioso. —¿Sabes a cuántas chicas hum illadas he llevado a casa después de que pasaran unas cuantas horas a solas en una habitación con él en algu-