Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 173

—Considérate lo contrario a una conclusión previsible. Sonreí y lo besé. —¿Nunca has estado con nadie sin uno? Negó con la cabeza. —Nunca. Miré a m i alrededor un m om ento, perdida en m is pensam ientos. Mi expresión le hizo reír. —¿Qué haces? —Sssh, estoy contando. Travis m e m iró un m om ento y entonces se inclinó para besarm e el cuello. —No puedo concentrarm e si haces eso… —dij e con un suspiro—. Veinticinco y dos días… —concluí respirando. Travis se rio. —¿De qué dem onios estás hablando? —Estam os seguros —dij e, deslizándom e para estar directam ente debaj o de él. Apretó m i pecho contra el suy o y m e besó con ternura. —¿Estás segura? Deslicé las m anos desde sus hom bros hasta su culo y lo em puj é contra m í. Él cerró los oj os y soltó un largo y profundo gem ido. —Oh, Dios m ío, Abby —suspiró él. Volvió a penetrarm e y otro j adeo salió de su garganta—. Joder, es una sensación alucinante. —¿Tan diferente es? Me m iró a los oj os. —Es diferente contigo en todo caso, pero… —Respiró hondo durante un m om ento y volvió a tensarse, cerrando los oj os durante un m om ento—. Nunca volveré a ser el m ism o despuésde esto. Sus labios buscaron cada centím etro de m i cuello y, cuando en- contró su camino amiboca,hundílasyemasdelosdedosenlosmúsculosdes ushombros, perdiéndom e en la intensidad delbeso. Travis m e llevó las m anos sobre la cabeza y entrelazó sus de- dos con los m íos, apretándomelasmanoscadavezqueempujaba. Susmovimientossehicieronun poco m ás bruscos, y clavé las uñas en sus m anos cuando m is entrañas se tensaron con una fuerzaincreíble. Grité, m ordiéndom e el labio y cerrando con fuerza los oj os. —Abby —susurró él. En su voz se notaba el conflicto—. Tengo… Tengo que…