Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 164

Me costó m ucho m irarle o los oj os. —No puedo hacerle eso, Parker, lo siento. —¿Entiendes qué es una fiesta de citas? Es algo a lo que vas con tu novio. Su tono condescendiente hizo que desapareciera cualquier em patía que pudiera sentir haciaél. —Bueno, com o y o no tengo novio, no debería ir en absoluto. —Pensaba que íbam os a intentarlo otra vez. Pensaba que teníam os algo. —Y lo intento. —¿Qué esperas que haga? ¿Que m e quede en casa solo m ientras tú estás en la fiesta de citas de m i fraternidad con otro? ¿Debería invitar a otra chica? —Puedes hacer lo que quieras —dij e, irritada por su am enaza. Alzó la m irada y negó con la cabeza. —No quiero pedírselo a otra chica. —No espero que no vay as a tu propia fiesta. Nos verem os allí. —¿Quieres que se lo pida a otra persona? Y tú vas con Travis. ¿Acaso no ves lo absurda que resulta estasituación? Me crucé de brazos, preparándom e para una pelea. —Le dij e que iría antes de em pezar a salir contigo. No puedo cance- lar m i compromisoconél. —¿No puedes o no quieres? —No hay diferencia. Siento que no lo com prendas. —Abrí la puerta de Morgan, y Parker apoy ó su m ano sobre la mía. —De acuerdo —dij o con un suspiro de resignación—. Obviam ente, esta es una cuestión en la que tendré que trabaj ar. Travis es uno de tus m ej ores am igos, eso lo entiendo. No quiero que afecte a nuestra relación.¿Vale? —Vale —dij e, asintiendo. Abrió la puerta y m e hizo un gesto para que pasara; j usto antes de entrar, m e dio un beso en la m ej illa. —¿Miércoles a las seis? —A la seis —dij e, despidiéndolo con la m ano m ientras subía las escaleras. Am erica salía del cuarto de duchas cuando doblé la esquina, y sus oj