Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 158

—No, ¿por qué? —dij e fingiendo confusión, a lo que él respondió con un suspiro, frustrado por m i com portam iento. —No sé…, ¿porque te quité la virginidad quizás? —Se inclinó hacia m í y pronunció esas últim as palabras en voz baj a. —Estoy segura de que no es la prim era vez que desfloras a una vir- gen, Trav. Justo com o m e tem ía, m i intento de quitarle hierro al asunto lo enfadó. —Pues, de hecho, sí lo fue. —Vam os… Te dij e que no quería que esto volviera las cosas raras entre nosotros. Travis dio una últim a calada a su cigarrillo y lo tiró al suelo. —Bueno, si algo he aprendido en los últim os días es que no siem pre consigues lo que quieres. —Hola, Abs —dij o Parker, besándom e en la m ej illa. Travis fulm inó a Parker con una m irada asesina. —¿Te recoj o sobre las seis? —dij o Parker. Asentí. —A las seis. —Nos vem os dentro de un rato —dij o, siguiendo su cam ino a clase. Observé cóm o se alej aba, asustada de las consecuencias de esos últim os diez segundos. —¿Vas a salir con él esta noche? —preguntó furioso Travis. Tenía las m andíbulas apretadas y podía verlas m overse baj o la piel. —Ya te había dicho que m e pediría una cita cuando volviera a Morgan. Me llamóayer. —Las cosas han cam biado un poco desde esa conversación, ¿no crees? —¿Por qué? Se alej ó de m í y y o tragué saliva, intentando no rom per a llorar. Travis se detuvo y volvió, hasta que se paró m uy cerca de m i cara. —¡Por eso dij iste que no te echaría de m enos después de hoy ! Sabías que m e enteraría de lo tuy o con Parker y pensaste… ¿qué? ¿Que pasaría de ti? ¿No confías en m í o es que, sim plem ente, no soy lo suficientem ente bueno? Responde, m aldita sea. Dim e qué coj ones te he hecho com o para que m e trates así. Perm anecí im pasible y, m irándolo directam ente a los oj os, le dij e: —No m e has hecho nada. ¿Desde cuándo el sexo es cuestión de