Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 149

en su cuello. Cerré con fuerza los oj os e intenté saborear el m om ento. Sabía que desearía volver a ese m om ento todos los días de m i vida, así que lo viví con toda la intensidad de la que fuicapaz. Él m iró por la ventana. Los árboles arroj aban una som bra en su rostro. Travis cerró los oj os y sentí que m e hundía. Era terrible verle padecer ese sufrim iento y saber que y o era no solo la causa…, sino la única que podía librarlo de él. —¿Trav? ¿Estás bien? —pregunté. Hubo una pausa antes de que, por fin, hablara. —Nunca he estado peor en m i vida. Apreté la frente contra su cuello y él m e abrazó con m ás fuerza. —Esto es una tontería —dij e—. Vam os a vernos todos los días. —Sabes que eso no es verdad. El peso de la pena que am bos sentíam os era dem oledor y m e inundó una necesidad irreprim ible de salvarnos a am bos. Levanté la barbilla pero dudé; lo que estaba a punto de hacer lo cam biaría todo. Me dij e a m í m ism a que Travis solo consideraba las relaciones íntim as un pasatiem po, pero cerré los oj os de nuevo y m e tragué todos m is m iedos. Tenía que hacer algo, sabiendo que am bos perm anecíam os despiertos y tem iendo cada m inuto que pasaba y que nos acercaba a la mañana. Cuando le rocé el cuello con los labios, se m e desbocó el corazón, y después probé su carne con un lento y tierno beso. Él m iró hacia abaj o sorprendido, y entonces su m irada se suavizó al darse cuenta de lo que y o quería. Inclinó la cabeza hacia abaj o y apretó sus labios contra los m íos con una delicada dulzura. La calidez de sus labios m e recorrió todo el cuerpo hasta los dedos de los pies y lo acerqué m ás a m í. Ahora que habíam os dado el prim er paso, no tenía intención de detenerm e ahí. Separé los labios para dej ar que la lengua de Travis se abriera paso hacia la mía. —Te deseo —dij e. De repente, em pezó a besarm e m ás lentam ente e intentó separar- se. Decidida a acabar lo que había em pezado, seguí m oviendo la boca contra la suy a con m ás ansiedad. Travis reaccionó echándose hacia atrás hasta quedarse de rodillas. Me incorporé con él y m antuve nuestras bocas unidas.