Maravilloso desastre Maravilloso Desastre | Page 118

Una hora y tres chupitos después, estaba en el salón bailando con Travis. La canción era una balada rock, y Travis iba diciéndom e la letra m ientras bailábam os. Al final del prim er estribillo m e tum bó hacia atrás, y dej é caer los brazos detrás de m í. Volvió a incorporarm e ysuspiré. —Ni se te ocurra hacer eso cuando pase de los diez chupitos —brom eé. —¿Te he dicho lo increíble que estás esta noche? Dij e que no con un gesto y lo abracé, m ientras apoy aba la cabeza en su hom bro. Me abrazó m uy fuerte y ocultó su cara en m i cuello, haciéndom e olvidar cualquier cosa sobre decisiones o pulseras o m is diferentes personalidades; estaba exactam ente donde queríaestar. Cuando la m úsica cam bió a un ritm o m ás rápido, la puerta se abrió. —¡Parker! —grité, m ientras corría a abrazarlo—. ¡Has conseguido venir! —Siento el retraso, Abs —se disculpó él, apretando sus labios contra los m íos. —Felicidades. —Gracias —dij e, notando que Travis nos m iraba fij am ente por el rabillo del oj o. Parker levantó m i m uñeca. —Te la has puesto. —Te dij e que lo haría. ¿Quieres bailar? Dij o que no con la cabeza. —Hum …, y o no bailo. —Ah, vale, ¿quieres ver cóm o m e tom o m i sexto chupito de Patron? — Sonreí, m ientras levantaba m is cinco billetes de veinte dólares—. Duplicaré el dinero si llego a quince. —Eso es un poco peligroso, ¿no? Me acerqué a su oído. —Lo tengo controlado. He j ugado a esto con m i padre desde que tenía dieciséisaños. —Ah —dij o él, con el ceño fruncido en señal de desaprobación—. ¿Bebías tequila con tu padre? Me encogí de hom bros. —Era su m anera de establecer lazos. Parker no parecía m uy convencido cuando apartó la m irada de m í y repasó a los asistentes a la fiesta.