Capítulo 7
Diecinueve
—¿Abby ? —dij o Shepley, llam ando a la puerta—. Mare va a salir
a hacer unos recados; m e ha pedido que te lo dij era por si necesitabas
acom pañarla.
Travis no m e quitaba los oj os de encim a.
—¿Palom a?
—Sí —grité a Shepley —, necesitaría ocuparm e de unas cuantas
cosas.
—Muy bien. Está lista para salir cuando tú lo estés —dij o Shepley, m
ientras sus pisadas se alej aban por elpasillo.
—¿Palom a?
Saqué unas cuantas cosas del arm ario y pasé j unto a él.
—¿Podem os acabar la conversación después? Tengo m ucho que ha-
cer hoy.
—Claro —dij o él, con una sonrisa forzada.
Escapar al baño fue un alivio. Cerré rápidam ente la puerta detrás de
m í. Me quedaban dos sem anas en el apartam ento, y no había m anera
de aplazar la conversación, al m enos no durante tanto tiem po. La parte
lógica de m i cerebro insistía en que Parker era m i tipo: atractivo, listo
y estaba interesado en m í. El porqué de m i interés por Travis era algo
que nunca entendería.
Fuera cual fuera la razón, nos estaba volviendo locos a los dos. Me
había dividido en dos personas diferentes: la chica dócil y educada que
era con Parker y la persona irascible y frustrada en la que m e convertía
cuando Travis estaba cerca. Toda la universidad había visto a Travis pa-
sar de ser im predecible a prácticam entevolátil.
Me vestí rápidam ente y dej é a Travis y a Shepley para ir al cen-
tro con Am erica. Estuvo brom eando sobre su sexcapada m atutina con
Shepley, y y o escuché, intercalando asentim ientos en todos los lugares
indicados. Resultaba difícil centrarse en el tem a que nos ocupaba m
ientras los diam antes de m i pulsera creaban pequeños puntos de luz en