... de marinos y buques
VARIEDAD DE CARGAS Y RUTAS
Cuando comenzó la Guerra Civil
estaba amarrado en la Ría de Bilbao
por la falta de fletes rentables, pero
fue puesto de nuevo en servicio y en-
viado al Reino Unido a cargar carbón,
siguiendo instrucciones del Gobierno
Vasco. En el viaje hacia su puerto de
carga, fue capturado por el crucero au-
xiliar “Ciudad de Valencia” que, hasta
ser modificado y adscrito a la Armada
nacional, pertenecía a Trasmediterrá-
nea y había sido cons-
truido con el nombre de
“Infante Don Gonzalo”,
en 1931
Tras esta captura, el
“Socogui” realizó diver-
sos viajes, entre ellos va-
rios para el suministro de
material bélico desde Ita-
lia. Al terminar la guerra,
fue rebautizado como
“Monte Jata” y pasó a
transportar todo tipo de
cargas, tanto en navega-
ciones nacionales como
internacionales, aunque
la más común fue el car-
bón desde Asturias a
diferentes puertos espa-
ñoles, incorporándose, a
partir de 1944, al trans-
porte de trozas y madera
desde Guinea Española
a la Península.
El barco
representa
una estampa
inolvidable
para muchos
santanderinos
de cierta edad
En 1953, el “Socogui” cambió de
propietarios y fue vendido a Marítima
Colonial y de Comercio (Marcosa),
que lo renombró como “Corisco”, pa-
sando a ser el primer barco propiedad
de esta naviera, y continuó siendo uti-
lizado para el transporte de madera de
Guinea, como carga principal.
Años más tarde, en 1959, el barco
vuelve a cambiar de manos y es ad-
quirido por la Naviera Forestal Africana
para el transporte de madera a su fac-
toría Marga, en Santander, y rebautiza-
do en 1961 como “Socogui”, acrónimo
de Sociedad Colonial de Guinea. En
esta época, el barco, con sus múltiples
capas de pintura, siempre con un pe-
nacho de humo anunciando su llega-
da muchas millas antes, representaba
una estampa inolvidable para muchos
santanderinos de cierta edad cuando
estaba atracado en el puerto de la ca-
pital cántabra, con los loros y pájaros
tropicales y el pequeño mono que ha-
cía travesuras en la cubierta del barco.
Tantos años de existencia no estuvie-
ron libres de peripecias. Quizás una de
las más graves sucedió en 1972, cuan-
la más importante de España— fue de-
signado buque escuela de la naviera,
al ser vendido el bricbarca “Ama Bego-
ñakoa”, que era hasta ese momento el
que desempeñaba esa función.
Con sus cuatro bodegas, cinco es-
cotillas, dos plumas reales de 15 TM y
ocho puntales de 5 TM para las ope-
raciones de carga y descarga, el “So-
cogui” navegó incansablemente en el
tráfico tramp internacional durante
muchos años, siendo una parte muy
importante el transporte de mineral
de hierro desde el Norte de España al
Reino Unido y de carbón de vuelta.
Enero 2019 55
Mar