Manzanillo Nativos Boletín 63 | 页面 13

núm. 62 · El Jardín Carlos Roque García Pirsch El viejo Kiosco quedaba en el centro de la Plaza; la gente ahí se juntaba conformando una argamasa, no había distinción alguna ni de credo, ni de raza. En noches de serenata todo el pueblo convivía, mientras tocaban las tandas la gente se divertía. Entre canción y canción reventaba la alegría, pues, la banda de la C.R.O.M sus melodías ofrecía. Los instrumentos de viento que “Chuy” Alcaraz dirigía, y los valses y las marchas él también las componía, como aquella pieza afamada llamado el Vals “Sentimiento”. La noche se disfrutaba, los pesares se olvidaban las horas pasaban pronto, y en eso mucho ayudaba la vieja refresquería, que llena siempre se hallaba, pues casi todos querían los raspados de guayaba y de frutas, preparados que mucho se disfrutaba (también los cocos helados) La brisa de su amplia fuente a los paseantes bañaba; los chorros de agua llegaban a quien estuviera enfrente, también a los comensales que se hallaban en la orilla de tan famosas sombrillas Ahora, ¡cuánto daría¡ por descansar en sus sillas. Los chamacos brincoteaban en torno a tan bella fuente, y jugando se aventaban en una lucha imprudente. La ropa se les mojaba, reían sin ningún pendiente. -nadie les decía nadaporque -¿A quién no le gustaba quitarse el calor candente que hacia ahí, casi siempre? Las muchachas al pasar sus faldas se recogían, su gracia sobresalía, y casi nunca iban solas, preciosas que se veían; unas iban para el mar a bañarse entre las olas, otras iban al Vigía de paseo para observar nuestras hermosas bahías y otras más a caminar a las piedras del Rompeolas. La fuente se coronaba con un hermoso pescado, por el viento era orientado, con chorros de agua bañado como en un “fuego cruzado”. De noche se iluminaba, varios colores lucía, a todo mundo gustaba: a los que andaban en vela, o los que iban en el día. Quién pensaría que algún día, esta preciosa pieza, (obra de la artesanía) -su perfección lo revelacon el tiempo inspiraría para que mi ciudad se llamara Capital Mundial del Pez Vela. Adiós Jardín de mi tierra, ya no te podremos ver en mis adentros quisiera regresarme a aquel ayer. Mas el tiempo pasa cruel, y aunque quisiera volver, y estar ahí por un rato sé que no te volveré a ver, me conformo aunque sea ver ese viejo retrato que publicaron ayer, en la página del “feis”. 13