Manzanillo Nativos 65 | Page 16

16 · núm. 65 Extirpación de un apéndice en pedacitos y corte por lo sano de un peritoneo… Segunda parte Maricela Gutiérrez A l volver de la anestesia, lo primero que vi fue un techo en mal estado, así estaba todo el edificio del Hospital fuera área privada o pública. Un escalofrío me recorrió el cuerpo al recordar, de manera rápida, el acontecimiento, sobre todo el momento en que me ingresaron al quirófano: lúgubre, frío, viejo y de paredes amarillentas que un día fueran blancas celosías. Sentada en el borde de la cama estaba mi abuela Tere mirándome. -¿Cómo te sientes? -Tengo asco- le dije. -Pues si no quieres pasar aquí fin de año, apúrate a caminar, mientras no camines no saldrás de acáagregó. Ni tarda ni perezosa le pedí me ayudara a sentarme. -No -me dijo -hoy no, mañana en cuanto amanezca, para que te dé de alta el doctor el día último en medio, te acabas de salvar de morir y ya estás dando órdenes. ¡No!, la mañana. cuando menos te quedas una seEstaba por terminar el año y yo mana, todavía te falta caminar… acostada en una cama de hospital, ah no! Así acordado, me dispuse a -No se preocupe, ya bien tempraponer todo de mi parte para irme nito me levanté a caminar. lo más pronto posible de ese ho- -¿Qué? ¿quién te dijo que podías rrible lugar. Más empeñada estaba caminar? en irme pues al llegar la noche no pude dormir, llegaban unos olores -Pues yo sé que mientras no me fétidos y ruidos que me hicieron levante no me dejará ir a mi casa. imaginar mil cosas. -Ay, muchacha, ya veremos mañana. –Abuela huele bien feo. –Es que aquí cerca está el anfitea- Como a mi mamá no le corría prisa y estaba dispuesta a cumplir las tro y el crematorio. órdenes del doctor, no me dejó ya No me hubiera dicho tal cosa, en levantar. ese momento quería salir de ahí. Al medio día llegó el Dr. Navarro, -Solo al baño, dijo el doctor. me revisó y la cosa parecía mar- Cuando llegó mi abuela, me lechar bien, revisó la herida y cam- vantó y salimos a caminar, yo tenía bió los parches de los drenes que curiosidad de ver dónde era el anme dejó. fiteatro, ayyy!!! Para que supe, si la noche anterior imaginé historias, –Ya me quiero ir a mi casa. esa noche fue de terror, entre el -Jajajajajaja -se rió, -no tienes re-