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· núm. 64
Jorge Farías,
El Médico
Carlos Roque García
Fue maestro de la prepa,
nos daba Psicología,
también Dibujo impartió;
estaba en salón de clases
en la tarde y en el día,
se pasaba un buen rato
siempre su turno cumplió.
A convivir sano enseñó,
a ser amables, sencillos,
a tratar bien al amigo,
a saber triunfar sin treta.
En el Seguro trabajó,
creo desde que se fundó,
y su casa en la calle 3
-me parece- que ahí vivió.
Con su cámara al ristre
a amigos los retrataba,
y muchas fotos les tomaba
cuando a “Las Hadas” llegaba.
Y todas esas fotos,
que orgullosamente mostraba,
de los paisajes ignotos
muy celoso custodiaba.
En la era de los “setentas”
a jóvenes “pastoreó”;
los tiempos eran tortuosos
más siempre recomendó
a no ser tan presurosos,
a tomar las cosas con calma,
a evitar duras afrentas
y a vivir con muchas ganas.
Música y Literatura
entre muchos difundió,
fue promotor de cultura,
de intelectualidad muy pura
la lectura divulgó,
y pudimos leer con suerte,
los ensayos de Pavlov
Papini, Camus, Sartre,
a Fuentes y a Herman Hesse.
De idiomas lo más necesario
hablábamos mucho el inglés,
también, algo de italiano,
y un poquito de francés;
a oír Mozart temprano
y a los Beatles, después.
Sus enseñanzas sirvieron
para hacer frente a la vida,
encontrando la salida
al ocio y la mediocridad
(sólo lo bueno mirar)
- huir de asuntos banalescomo método para llegar
a vivir con calidad,
buscando siempre -uno mismonuestra propia libertad.
Hace tiempo que murió
(a todos nos sorprendió)
al saber de su partida
pues la muerte muy bandida
sin avisar se lo llevó
allá, para “la otra vida”
pues como dice la canción
…“a la mitad del camino
se le cansó el corazón
y entró de pronto al silencio
y el silencio lo tapó..”
Su paso por esta vida
no se desperdició;
legado valioso dejó
a sus hijos desde niños
su sapiencia transmitió.
Ahora ellos son dueños
de su propia profesión.
cumpliéndose así sus sueños
-ahí sus anhelos sembróAdiós, amigo sincero
no te vamos a olvidar
pues los entonces,“muchachos”,
de aquel Bachillerato
que en la presidencia estaba,
no te vamos a olvidar;
tus enseñanzas nos diste
qué malo que te moriste
así es la vida de ingrata
cuando te llena de ilusión
te eleva y luego te mata,
y pone a los deudos tristes
mas, parece ser una trampa
y que aún tú estás aquí,
platicando en una banca
muy cerca del Chantilly;
eras todo un personaje
mas, como todos sabemos
(que la verdad…. no es así)
te haremos un homenaje
para recordarte a ti.