Manzanillo Nativos 60 | Page 7

núm. 60 · 7 Y una alegría más Ma. Inés Sánchez Matías. P ues nos fuimos a la ciudad de Guadalajara, con la ilusión y la emoción del bautizo de mi nieta la más pequeña Aryam Sofía , llegamos toda la familia a la casa de mi hijo Roy y su esposa Mayra.Ya nos esperaban los consuegros con un Pozole estilo Michoacán: rojo y con espinazo. Comimos todos, y a alistarnos para irnos al lugar donde se efectuaría el festejo; después de más de una hora de camino llegamos al pueblito de Cajititlán: pintoresco, una casa campestre muy bonita con juegos para niños, alberca, amplios jardines, enormes pinos, terraza para el festejo, en fin, todo muy bonito, y lo mejor, un frío que te calaba los huesos. Desempacamos y nos reunimos alrededor del comedor a cenar tortas estilo Manzanillo: de carne con salchicha, que preparó la que esto escribe (dijeron todos que estaban riquísimas). Al otro día, temprano nos alistamos para la ceremonia religiosa en el templo Getsemaní de la Cruz. Una ceremonia emotiva; el padre dio una disertación muy hermosa sobre la responsabilidad que se adquiere al guiar a una niña en la fe de Cristo, todos estuvimos muy atentos participando y como siempre, toda la familia reunida. Salimos reconfortados de la iglesia en nuestra fe y nos dirigimos de regreso a Cajititlán, después de tomar la carretera a Chapala y dirigirnos al poblado, se toma una carreterita tipo brecha, que nos llenó a todos de polvo y nos meneo con ganas, pero todo sea por el deseo de estar con mi nietecita. Durante el trayecto había puestos de todo tipo: carnitas, tortas ahogadas, birria de res. Por fin llegamos ya listos para el festejo, empezaron a llegar los invitados, casi todos familiares nuestros incluyendo a los de Guadalajara, a excepción de los matrimonios amigos de mi hijo, algunos de Manzanillo, el padrino, compañero de él, en la secundaria núm. 1. Todos se divirtieron bastante, aún en los diferentes juegos sobre todo en el brincolín que era para adultos, los niños se divirtieron de lo lindo y ni lata dieron, disfrutamos de una rica taquiza, con tortillas hechas a mano, en verdad que estuvo riquísima, aguas espirituosas, cual debe ser, un rico pastel, una gelatina de manzana verde y nuez, en fin todo muy sabroso; también, un karaoke, que puso a cantar y bailar a los asistentes. Y llegó la tarde- noche y con ello los invitados se empezaron a retirar, bajo la temperatura a 4 grados, y a forrarnos otra vez, pues hacía un frío que te hacía titiritar, pero ya reunidos y al calor de la familia, risas bromas pláticas, juegos de baraja, lotería, nos volvió a llegar el hambre y a cenar, “corran a servirse o de quedan sin cena”, nos dijo mi esposo: lengua en salsa verde, chicharrón en salsa roja, que nuevamente la orgullosa abuelita que soy yo, llevó preparados, y después a jugar baraja y lotería, ya más tarde a dormir pues no se aguantaba el frío. Al siguiente día, todos a desayunar el recalentado y a prepararnos para el regreso. Nos despedimos de la familia de mi nuera, y emprendimos el viaje a Guadalajara, todos contentos y alegres y sobre todo fortalecidos en nuestros lazos familiares y con la intención de repetir estos convivios, y ahora sí, de compras a "Plaza Galería", con todos mis hijos, sus esposas, mis nietos y mi adorado marido, siempre con nosotros, atento a las necesidades familiares .Y hasta próximo viaje, si Dios nos presta vida… ¡Que Dios te bendiga Aryam, a ti y a toda la familia!