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Y una alegría más
Ma. Inés Sánchez Matías.
P
ues nos fuimos a la ciudad de
Guadalajara, con la ilusión y la
emoción del bautizo de mi nieta la
más pequeña Aryam Sofía , llegamos toda la familia a la casa de mi
hijo Roy y su esposa Mayra.Ya nos
esperaban los consuegros con un
Pozole estilo Michoacán: rojo y
con espinazo.
Comimos todos, y a alistarnos para irnos al lugar donde se efectuaría el festejo; después de más
de una hora de camino llegamos al
pueblito de Cajititlán: pintoresco,
una casa campestre muy bonita
con juegos para niños, alberca, amplios jardines, enormes pinos, terraza para el festejo, en fin, todo
muy bonito, y lo mejor, un frío que
te calaba los huesos.
Desempacamos y nos reunimos
alrededor del comedor a cenar
tortas estilo Manzanillo: de carne
con salchicha, que preparó la que
esto escribe (dijeron todos que
estaban riquísimas). Al otro día,
temprano nos alistamos para la
ceremonia religiosa en el templo
Getsemaní de la Cruz. Una ceremonia emotiva; el padre dio una
disertación muy hermosa sobre la
responsabilidad que se adquiere al
guiar a una niña en la fe de Cristo,
todos estuvimos muy atentos participando y como siempre, toda la
familia reunida.
Salimos reconfortados de la iglesia
en nuestra fe y nos dirigimos de
regreso a Cajititlán, después de tomar la carretera a Chapala y dirigirnos al poblado, se toma una
carreterita tipo brecha, que nos
llenó a todos de polvo y nos meneo con ganas, pero todo sea por
el deseo de estar con mi nietecita.
Durante el trayecto había puestos
de todo tipo: carnitas, tortas ahogadas, birria de res. Por fin llegamos ya listos para el festejo,
empezaron a llegar los invitados,
casi todos familiares nuestros incluyendo a los de Guadalajara, a
excepción de los matrimonios
amigos de mi hijo, algunos de Manzanillo, el padrino, compañero de
él, en la secundaria núm. 1. Todos
se divirtieron bastante, aún en los
diferentes juegos sobre todo en el
brincolín que era para adultos, los
niños se divirtieron de lo lindo y
ni lata dieron, disfrutamos de una
rica taquiza, con tortillas hechas a
mano, en verdad que estuvo riquísima, aguas espirituosas, cual debe
ser, un rico pastel, una gelatina de
manzana verde y nuez, en fin todo
muy sabroso; también, un karaoke,
que puso a cantar y bailar a los
asistentes.
Y llegó la tarde- noche y con ello los
invitados se empezaron a retirar, bajo
la temperatura a 4
grados, y a forrarnos
otra vez, pues hacía
un frío que te hacía
titiritar, pero ya reunidos y al calor de la
familia, risas bromas
pláticas, juegos de
baraja, lotería, nos
volvió a llegar el
hambre y a cenar,
“corran a servirse o
de quedan sin cena”,
nos dijo mi esposo:
lengua en salsa verde, chicharrón en
salsa roja, que nuevamente la orgullosa
abuelita que soy yo, llevó preparados, y después a jugar baraja y lotería, ya más tarde a dormir pues
no se aguantaba el frío.
Al siguiente día, todos a desayunar
el recalentado y a prepararnos para el regreso. Nos despedimos de
la familia de mi nuera, y emprendimos el viaje a Guadalajara, todos
contentos y alegres y sobre todo
fortalecidos en nuestros lazos familiares y con la intención de repetir estos convivios, y ahora sí, de
compras a "Plaza Galería", con todos mis hijos, sus esposas, mis nietos y mi adorado marido, siempre
con nosotros, atento a las necesidades familiares .Y hasta próximo
viaje, si Dios nos presta vida…
¡Que Dios te bendiga Aryam, a ti y
a toda la familia!