MANUAL SOBRE DISCIPLINA POSITIVA Manual_sobre_disciplina_positiva | Page 35
El niño(a) se enfrentará a muchos retos en los próximos años. Si comienza este viaje
creyendo que es capaz, es mucho más probable que pueda superar esos retos.
5 a 9 años
Esta etapa marca un importante punto de inflexión en la vida del niño(a) y de los
padres y madres. Durante este período comienza la escuela.
Cuando un niño entra al colegio, su mundo cambia. Debe aprender rápidamente a:
• Resolver por su cuenta, sin sus padres
• Llevarse bien con muchos niños desconocidos
• Satisfacer las expectativas de muchos adultos que no conoce
• Seguir nuevos horarios y rutinas
La primera experiencia escolar de los niños(as) puede afectar sus sentimientos hacia
el colegio y su futuro aprendizaje.
Aunque todos comienzan la escuela a la misma edad, no están todos
simultáneamente listos para ello. Los niños(as) pueden tener muy diferentes
temperamentos que afecten la manera en que respondan a la escuela.
El temperamento de un niño es innato. No puede ser cambiado. Es una gran parte de
lo que su hijo(a) es.
No hay temperamentos "buenos" ni "malos", sólo diferentes.
Nuestros temperamentos son lo que nos hacen únicos. Cada temperamento tiene sus
propias virtudes.
Veamos algunas dimensiones importantes del temperamento.
1. El nivel de actividad
Algunos niños(as) son muy activos, quieren correr, saltar y trepar la mayor parte del
tiempo. Casi nunca están quietos, ni siquiera durante la comida. Parecen estar
siempre en movimiento.
Otros prefieren las actividades tranquilas, como buscar cosas en libros, o jugar con
puzzles durante largos períodos de tiempo.
Existe otro grupo cuyo nivel de actividad es más o menos intermedio.
2. Regularidad
Algunos niños(as) tienen ritmos previsibles. Tienen hambre a intervalos regulares y se
despiertan, se van a dormir, y van al baño a la misma hora siempre.
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