MANUAL PARA EL ENTRENADOR
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Hágales ver que pueden aplicar las habilidades mentales que ya tienen a otras
etapas de su vida, a nuevos intereses y objetivos. La visualización, las
habilidades para hablar, la fijación de metas, el enfocarse, el reenfocarse, el
entrenarse y la planeación de competencias, son todas ellas habilidades
efectivas para la vida.
Por ejemplo, si los atletas tienen la capacidad de formar imágenes mentales y
pueden verse y sentirse bien, pueden usar estas habilidades en la escuela, el
trabajo y otros fines. Si los atletas se pueden concentrar cuando están bajo la
presión de oponentes, también lo pueden hacer ante nuevas situaciones o
eventos, tales como entrevistas, juntas, presentaciones o exámenes. Con
práctica, los atletas pueden transferir sus habilidades de preparación psicológica
a otras áreas.
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Anime a sus atletas a que continúen ejercitándose. Esta actividad hace más que
sólo liberar la tensión y promover la salud: mientras menos alteren su vida, será
más suave su partida del deporte.
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Sea alentador. Retirar a los atletas de equipos o decirles que ya no son
suficientemente buenos, es parte integral del quehacer del entrenador. Terminar
las esperanzas de competir de un atleta es una tarea difícil, pero puede hacerse
con efectividad y sin desanimar a jóvenes potencialmente buenos.
Dirija a los atletas que se retiran de su deporte a un deporte que se adecue
mejor a sus propios talentos, recuérdeles qué es lo que hacen bien y déjeles
recuerdos positivos de su actuación. Dígales a sus atletas qué pueden hacer
para mejorar y mantener su interés en el deporte.
2.5 CONCLUSIONES
Este capítulo ha examinado el papel del entrenador en detalle. Además de la
presente información sobre habilidades de liderazgo y técnicas, este capítulo se ha
dirigido a dos asuntos claves: la conducta del entrenador y el retiro del atleta.
En el nivel 3, discutir asuntos morales y valores con sus atletas, es de particular
importancia. Tales discusiones ayudan al aprendizaje del atleta para tomar sus
propias decisiones éticas y, entonces, estas discusiones se convertirán tan sólo en
un paso más en el movimiento gradual de atletas dependientes del entrenador a
atletas independientes del entrenador.
Con respecto al retiro del atleta, usted debe mantener siempre su papel de
entrenador en perspectiva. Como entrenador es, por supuesto, responsable del
desarrollo y excelencia deportiva de los atletas. Pero también usted es responsable
de proporcionar un ambiente balanceado, positivo, realista y, entonces, desarrollará
en ellos una consideración prudente del futuro.
Estar comprometido a asegurarles una transición suave, consiste en mostrarles que
el deporte no es todo en la vida. Pregúntese a usted mismo si su vida es
Ajedrez 3
Modelo curricular de cinco niveles
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