Manual de Ejercicio Profesional Médico Edición 2020 | Page 276
Capítulo IV Recomendaciones para una Medicina Segura
pena preguntarnos si estas diferencias se
reflejan en perfiles epidemiológicos distintos,
en morbilidades diferentes, en mortalidades
diferentes y si estamos dirigiendo nuestras
energías y recursos en el sentido correcto para
nuestra población objetivo.
ÉXITO EPIDEMIOLÓGICO
DIFERENCIADOS
V/S
PERFILES
Para nadie es un misterio que Japón, Costa
Rica y Chile poseen los mejores indicadores
de salud del mundo, considerando registros
creíbles por supuesto. A diferencia de los
países más ricos, el nuestro invierte muchísi-
mo menos y obtiene iguales o mejores
resultados que los países de mayores ingresos
y por regiones como Eu- ropa o Norteamérica.
Estamos alcanzando una esperanza de vida
que hoy es tema candente con el problema
de las jubilaciones, nuestra mortalidad infantil
es muy semejante a la de los países más ricos
(7 x 1000 nacidos vivos) y, al igual que en el
caso de ellos, se concentra cada vez más en
aquellos lactantes prematuros y de bajo peso
que requieren una infraestructura hospitalaria
de alto costo y muy especializada. Es innegable
el éxito epidemiológico de nuestro país, que
ha servido de parámetro de para señalar a
nuestro país como “en vías de desarrollo”.
Pero, siendo críticos con las estadísticas, en el
mundo de los promedios si tu tienes dos autos
y tu vecino ninguno, estadísticamente cada uno
tiene el suyo y no se hable más del asunto; del
mismo modo, ¿puede ser que los promedios
escondan la realidad de las poblaciones de
primeras naciones?
Cuando algunos empezamos ha pensar en
que algo andaba mal con las estadísticas, que
no nos permitían con- tar con más recursos
para enfrentar la abismante realidad en la
que trabajábamos a diario, que era necesario
desagregar las poblaciones de primeras
naciones y elaborar perfiles diferentes fuimos
muy criticados y se nos impidió cualquier
intento al respecto. Afortunadamente el
tiempo nos fue dando la razón desde la
década pa- sada en adelante se han venido
construyendo los perfiles diferenciados para
cada una de las primeras naciones y por servicio
de salud o región, lo que hoy estimamos una
herramienta fundamental para saber como
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pararse ante la realidad del recinto hospitalario
en el cual vas a trabajar (web.minsal.cl, www.
ministerioriodesalud. go.cr).
Las noticias son malas, la pobreza y la postergación
se evidencian en cada informe, existe entre
tres y cuatro veces más mortalidad infantil en
población de primeras naciones respecto de
la población general y hay sobremortalidad en
general para ellos, superponiéndose patologías
transmisible y no transmisibles. No se trata
simplemente de un “atraso en su desarrollo” ni
de una etapa superada por el resto de nuestros
connacionales (incluidos nosotros), pues nunca
la vivimos así. Los informes concluyen finalmente
que existe “discriminación estructural de la
sociedad chilena, que ha determinado una
inequidad acumulada para esta población”.
El desafío hoy es el defender no seguir
haciendo lo mismo para todos porque son
metas, porque el MINSAL lo dice o porque
las jefaturas locales no saben leer la realidad
que tiene en frente. El desafío es salir de las
cuatro paredes del consultorio, del hospital,
que no nos dejan enfrentar la salud de las
primeras naciones desde su propia realidad
multifactorial especial y única.
Hasta ahora la difusión de estos perfiles
diferenciados ha sido escasa para los equipos de
salud y más aún para los propios protagonistas de
esas estadísticas, que reclaman incansablemente
dejar de ser objeto de estudio para ser sujetos
activos en la construcción de su mejor salud.
SISTEMAS MÉDICOS EN CHILE
Son muchos los sistemas médicos funcionando
en el territorio nacional, y cada vez encontramos
más personas visitando centros de sanación,
consumiendo yerbas orientales (un desafío
permanente para nosotros por la siempre
probable interacción farmacológica con lo que
recetamos) o simplemente practicando alguna
activi- dad física de la cual poco sabemos. Por
otro lado acuden a nosotros personas que ya
han consultado con otros agentes de salud
que diagnostican cosas que algo conocemos
pero no se nos enseñó nada en la universidad
(empachos, pasmos, aires) y aplican técnicas
de tratamiento que ya no logramos entender
(ventosas, sangrías, composturas, emplastos,
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