años. Pero no, al año y medio
decidí dejarla porque tenía la
sensación de que me estaban
poniendo la etiqueta de “la
presentadora de los niños”. Y
no, yo había venido a Madrid
para ser actriz.
P: Como dices, en plena cresta
de la ola, convertida en rostro
televisivo popular, decidiste
abandonar la televisión por-
que tu sueño y tu meta era el
cine. ¿Fue difícil abandonar
aquella estabilidad/seguridad
que te habías ganado?
R: Psicológicamente no, por-
que yo estaba segura y con-
vencida de lo que hacía. Pero
claro, era un trabajo cómodo,
estaba ganando dinero, todo
el mundo me conocía, me
llamaban para todo… Y claro,
eso tiene el peligro de que
te acomodes, pero yo me di
cuenta de que eso podía tener
una vida muy corta y cortar-
me la carrera que yo quería
tener como actriz. Porque
ahora están todos los ámbitos
más mezclados, pero en aquel
momento si hacías tele, hacías
tele.
sabían, porque cada día me
estaban sacando cuatro centí-
metros del corpiño. Por suerte
me la jugué y salió bien.
“Tras año y medio
decidí dejar la
tele porque tenía
la sensación de
que me estaban
poniendo la
etiqueta de la
presentadora de
los niños”
P: He leído que no es la única
“locura” que has cometido
por el amor a tu profesión…
Cuéntanos lo de tu embarazo
y el rodaje de Lázaro de Tor-
mes a las órdenes de Fernan-
do Fernán Gómez.
R: (Risas) Cuando me llamó
Fernando yo estaba embara-
zada. De muy poquito, pero
estaba, y en un rodaje tú no
puedes estar embarazada. Y
mucho menos cuando tienes
que grabar escenas con ca-
ballos. Pero yo quería rodar con él, no quería per-
der la oportunidad, e hice una pequeña trampa.
Pedí que el chequeo médico que te hacen antes
de cada peli pudiese hacérmelo yo por mi cuenta
y entonces no me hice la prueba de embarazo.
Cuando quedaban 10 días para acabar el rodaje
salió la noticia en las revistas. El maquillador y
el responsable de vestuario me dijeron que ya lo
40
•
mama
• NOVIEMBRE 2018
P: Salió bien porque de aquel
embarazo nació tu hijo Mar-
co, que acaba de cumplir
la mayoría de edad. Yo que
ahora tengo dos hijos muy
pequeños y estoy inmerso en
la locura y el agotamiento al
que te llevan, muchas veces
pienso que con el paso de los
años se idealiza esta primera
etapa de la infancia de los ni-
ños. ¿Cómo recuerda Beatriz
Rico esos primeros años de
maternidad?
R: Cuando me preguntan por
mi hijo, por la maternidad y
por cómo lo viví, yo recuerdo
que para mí era tan impor-
tante poder verle que cuando
llevaba dos años en Un paso
adelante no quise renovar
contrato. Y fíjate que la serie
la veía todo el mundo, pero
entraba a rodar muy pronto
y salía muy tarde y llegó un
punto en que se me rompía el
corazón por no verlo. Quería
estar con él. Y bueno, también
me salió bien mi intuición, por-
que luego seguí trabajando y
enganché con cine y con más
cosas. Pero para mí en aquel
momento era muy necesario
verle crecer.
P: Hoy tu hijo está en plena
adolescencia, así que imagi-
no que los problemas serán
otros, ¿no?
R: ¡Claro! Ya no le ves tan frá-
gil ni dependiente de ti, pero
hay otras preocupaciones.
Pero eso es normal, es la vida.
Pero es un chico sano y feliz. Sí que reconoz-
co que como buena actriz soy a veces un poco
obsesiva y me preocupo demasiado y le llamo
veinte veces, así que tengo que ir aprendiendo a
darle un poco de cuerda.
P: ¿Y cómo lleva tu hijo tener como madre a Bea-
triz Rico, un rostro tan conocido por la gente?