Aunque no estuvo en ella ni dos años,
Beatriz Rico es para muchos padres y
madres de hoy uno de los rostros
televisivos de su infancia. De la tele
escapó en cuanto vio que la estaban
convirtiendo en “la presentadora de
los niños”, una Xuxa en versión
española, en un acto de valentía para
cumplir el sueño que la llevó de
Asturias a Madrid: triunfar en el
mundo de la interpretación. A los 48
años puede dar el sueño por cumplido.
Hoy compagina teatro, cine y
rock&roll. Tres facetas en las que
desarrolla lo que, a parte del amor
por su hijo, ella considera su vida y su
auténtica pasión: la interpretación.
P O R A D R I Á N C O R D E L L AT
Pregunta: Muchos adultos de mi generación cre-
cimos en cierto modo contigo, con Hugolandia
y Telebuten. Por aquel entonces tenías apenas
24 años. ¿Qué recuerdos guardas de aquella
etapa?
Respuesta: Siempre rompo una lanza a favor de
la tele, porque primero El Precio Justo y después
Telecinco fueron las dos catapultas para hacer lo
que yo más deseaba, que era la interpretación.
En Telecinco yo le perdí el miedo a la cámara,
aprendí muchísimo, y gracias a estar ahí Antonio
del Real me llamó para la película Los hombres
siempre mienten, que fue mi debut en el cine. Y,
por otro lado y aunque suene frívolo, la tele me
permitió conseguir una independencia económi-
ca, porque yo me vine sola de Asturias a Madrid
y mis padres me lo estaban pagando todo. Lo
que sí es verdad es que yo apenas estuve en la
tele un año y medio, pero como salía todos los
días la gente piensa que estuve durante años y
NOVIEMBRE 2018 •
mama
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