R: Ahora ya bien, pero cuando
era pequeño no le gustaba.
Recuerdo cuando salía en Pa-
sapalabra, que me decía que
era la única madre que hacía
tonterías. Y también cuando
tenía a lo mejor entre 8 y 12
años, que otros compañeros
se metían con él porque ha-
bían visto a su madre ense-
ñando una teta en una pelí-
cula. Y mi hijo lo pasaba fatal.
Pero bueno, eso ya pasó y hoy
en día le da igual.
P: En la actualidad, además,
compaginas una obra teatral,
Antes muerta que convicta,
con tu versión rockera en la
banda Rico&Roll, en la que
versiones temas míticos de la
historia del rock. Si te diera
a elegir entre cine, teatro y
rock…
R: Yo con la interpretación.
Siempre. Para mí lo ideal es
poder compaginarlo todo.
El rock es una espina que yo
tenía clavada. Me lo pasó
muy bien. Es una locura, algo
caótico, pura adrenalina, pero
mi vida y mi auténtica pa-
sión, a parte de mi hijo, es la
interpretación.
sabia, y que la coherencia y los
principios, dichos con educa-
ción, no solo no te perjudican,
sino que te benefician, porque
yo no he parado de trabajar.
Las cosas bien dichas, con cari-
ño y con firmeza, no tienen por
qué ofender.
“No quise perder
la oportunidad
de rodar con
Fernando Fernán
Gómez e hice una
pequeña trampa
ocultándole mi
embarazo”
P: Te quería preguntar
también por tu presencia en
redes, donde eres muy acti-
va y no te callas una. ¿Sale
caro exponerse, opinar,
mojarse, cuando una es un
rostro público?
R: Pues fíjate que sí que me
callo muchas, pero aún así la
gente me dice que por qué
me meto en esos charcos
siendo un personaje público.
Yo no me meto directamente con nadie ni con
colores políticos, simplemente pongo un altavoz
para denunciar aquellas cosas que considero
injustas, vengan de donde vengan, porque tengo
la suerte de que me lee mucha gente y no ha-
cerlo sería inmoral. Yo tengo un deber moral de
denunciar las injusticias. Y hay compañeros que
me dicen que no me meta, que eso me puede
quitar trabajo. Pues fíjate, yo creo que la vida es
P: Te has posicionado para
visibilizar las consecuencias
del precio de la luz, contra la
situación de los pensionistas,
contra el machismo, contra
la situación del pueblo pa-
lestino... Eres un claro ejem-
plo para desmontar un mito:
aquel por el que pensamos
que determinados personajes
públicos viven alejados de la
realidad social…
R: Pues debería ser al revés. Los
personajes públicos tenemos
que posicionarnos. Hace tiem-
po que prometí a las personas
con las que se está cometiendo
una injusticia y a las que no se
escucha, que sus voces estarían
en mi garganta. Y me da rabia
porque no puedo hacer más.
Ojalá fuera Madonna.
P: Además lo tuyo va más allá
de los tuits: predicas con el
ejemplo. Has participado en
campañas solidarias y, entre
otras cosas, dedicas parte de
tu tiempo a acompañar de for-
ma voluntaria a ancianos en el
Hospital Reina Sofía. ¿Qué te
aporta esto?
R: Le ha dado mucho sentido
a mi vida. Lo que yo siento en
un teatro con los aplausos y
las risas de la gente es mara-
villoso, pero no desmerece la
sensación que yo tengo en el
hospital cuando un anciano me abraza y tiem-
bla. O me dice te quiero. Con mi trabajo como
voluntaria me he dado cuenta de que estamos
aquí para ayudar a los demás, para ayudarnos
entre nosotros. Ése es el verdadero sentido. Leí
una vez en un libro que uno no sabe lo que es la
felicidad hasta que no hace algo por alguien que
no puede hacer nada por ti. Y entonces no lo
entendía. Ahora ya lo entiendo. ■
NOVIEMBRE 2018 •
mama
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