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debería nuestra sociedad preocuparse por el juego
del que disfrutan? ¿Por qué preocuparse de que no
tengan lugares adecuados para que desarrollen un
juego de calidad?
Por primera vez, en este artículo sobre el juego
infantil: ¿Cuando dejamos de jugar?, me propuse re-
flexionar sobre una de las grandes problemáticas que
están afectando a nuestra infancia en nuestros días,
acuñando el término de Generación alúdica, para hacer
referencia a una generación de niños y niñas caracte-
rizada por la ausencia del juego estructurado y social
del que hemos disfrutado generaciones y genera-
ciones. Un tipo de juego que evidenciaba una socia-
lización necesaria en los primeros años de vida, que
venía conectado a una evolución natural del habla, del
desarrollo cognitivo y emocional, que es esencial para
el desarrollo de la plasticidad neuronal y el fomento de
la creatividad y la imaginación.
Nuestros niños no juegan, ven Youtube. No saben de
juegos, saben de marcas. Su juego simbólico es la co-
pia de las películas y videojuegos que los mass media
pone a su alcance y han desarrollado un individualis-
mo impuesto, que los ha hecho personas con una alta
frustración si no son los protagonistas o ganadores. No
entienden de reglas, estrategia o simplemente asocia-
ción para ganar. No entienden de normas y les cuesta
jugar en grupo porque todos quieren ser líderes. En
definitiva, no saben jugar, no juegan y los tiempos de
ocio se transforman en momentos llenos de agitación
y gritos, sentimientos desbordados y ansiedad.
Ha llegado la Generación alúdica, un constructo
social que podría definir el aprendizaje y el modo de
relación del futuro.
GENERACIÓN ALÚDICA
Antes de entrar en materia te propongo un reto:
durante un tiempo de unos dos minutos aproximada-
mente, piensa en el nombre de todos los juegos de
tu infancia que recuerdes y escríbelos en un papel.
Seguramente hayas recordado un número considera-
ble de ellos. Ahora, haz la misma prueba con tus hijos,
tu alumnado, niños de entre los cinco y los trece,
catorce años y compara.
Estoy totalmente convencida de que entre ambas
listas existen las siguientes diferencias:
wEl número de juegos de la lista de los niños es
menor.
w Seguramente los nombres de la lista de los
niños no son realmente juegos, sino aplica-
ciones de móviles, nombres de videojuegos,
juguetes, etc.
w La lista de los adultos está cargada de horas y
horas de socialización en donde no solamente
se recuerdan los juegos, sino a personas y am-
bientes llenos de magia.
w La lista de los niños es una moda pasajera, un
challenge, el nombre de unos dibujos animados.
w La lista de los adultos volverá (crucemos los
dedos) con el apoyo de todos.
w La lista de los padres y madres, es una excusa
para pasarlo bien.
w La lista de los hijos y alumnos nos habla de una
situación lamentable, no saben jugar. Son la
generación alúdica.
No tienen dónde jugar, no tienen a qué jugar, están
totalmente controlados y ahogados por un mar de
tecnología. Son una generación a la que se les ha
privado del derecho a jugar. Recordemos, derecho
establecido por la Asamblea General de la Nacio-
nes Unidas desde 1959, y más concretamente en
su Convención de los Derechos del Niño de 1989,
artículo 31, que reza:
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del
niño al descanso y el esparcimiento, al juego
y a las actividades recreativas propias de su
edad y a participar libremente en la vida cultu-
ral y en las artes.
2. Los Estados Partes respetarán y promoverán
el derecho del niño a participar plenamente en
NOVIEMBRE 2018 •
mama
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