en estos casos seguimos creyendo en el “uno”: la persona para toda la vida, y estamos dispuestos a darlo todo, así de extremas pueden ser las decisiones tomadas por una persona que se ha formado esta idea.
Y luego me pongo a pensar en aquel matrimonio. Y digo “Ellos no deben tener una vida de cuento de hadas. Deben haber entendido que son personas con necesidades diferentes y cambiantes. Deben haber entendido, que esa princesa, no es tan princesa a veces, y que no hay problema que se puede vivir con ello. Pero se lo han dicho y han elegido a esa persona desde el principio. Saben que sus defectos salen a la luz pero no buscan ser autocomplacientes y no pretenden cambiar a la otra persona. No tolerarán una falta de respeto por complacer a la otra persona, han puesto a la persona mas importante por encima: ellos mismos. Se demuestran lo mucho que se quieren y que cuando quieren a alguien más es porque así decidieron hacerlo, no necesitan uno del otro y aun así quieren y prefieren acompañarse.”
Son sencillos, porque no pretenden complicar una situación y buscar culpables, sencillamente reconocen que si decidieron estar juntos es para convivir y crecer. Discutir con ellos debería ser como presenciar una buena crítica, te hago ver tus errores porque te quiero y como un buen maestro usa el “pero” para felicitar. No eres perfecta pero así me gustas. No eres perfecta pero así me encantas.
Tus errores me hacen comprenderte como ser humano. Quizás los celos más importantes en esta relación van a ser porque la esposa puede a veces lucir mejor que el hombre (o viceversa), y que más da, a disfrutar de esa persona con la que se decidió estar. Donde los conflictos existirán pero el método empleado no será inculpar para humillar y demeritar, para sentirse superiores y tener el control, sino para solucionar y crecer.
Una persona que no sabes si estará para toda la vida, pero que vives a cada momento con intensidad, porque sabes lo diferente que puede ser mañana, y si esa persona se va porque cambiaron sus objetivos, ser lo suficientemente maduro y consciente para comprender que no fue un cuento de hadas pero si un cuento de amor, porque al fin y al cabo las hadas no existen pero el amor si y cuentos de amor puede haber muchos en la realidad y quizás otra persona pueda descubrir a la persona que se ocultaba bajo ese disfraz de princesa o príncipe que alguien mas no conoció.