LíderSoy Abril 2014 | Página 6

poner cara de tristeza y decir “haz lo que quieras”. En ambas el resultado es el mismo: enojo. Quien culpa en forma directa utiliza con frecuencia la palabra “Si Hubieras...” una de las frases más absurdas que podemos emplear ya que lo hacemos cuando ya nada se puede remediar. El remordimiento es el precio que se paga por sentirse culpable, como diría Marisa Escribano. Esta sensación puede llegar a ser fatal ya que en su grado máximo la persona puede atentar contra su vida. Según el ciclo Gestalt, la culpa altera el eje de la Responsabilidad y el Remordimiento, el eje del Respeto. De hecho, quien culpa no se responsabiliza y quien tiene remordimiento no se respeta. Aquí lo importante es reconocer nuestra responsabilidad y evitar ponerla en otros, con lo que evitamos un enemigo potencial y resolvemos con nuestros medios, cualquier situación que dependa de nosotros. ¿Cómo hago para que se vaya? Cuando sientas culpa, prueba hacer lo siguiente. Concéntrate en la situación o persona