La Culpa
Ivan Daniel Villa Ávila
Antes que nada es preciso distinguir una de las emociones
más desagradables
e inútiles que existen. Se trata de la
Culpa y su contraparte, el Remordimiento.
La Culpa puede provenir, según Fritz Perls, uno de los
fundadores del Enfoque Gestalt, de resentimientos no
expresados con personas significativas de nuestra vida. Otra
fuente, referida por Evelyn Lowenstern, es la alteración de
nuestros valores.
En la primera opción nos sentimos culpables del enojo que
sentimos hacia figuras importantes de nuestra existencia,
como nuestros padres y no querérselos expresar porque
también los amamos. Cuando nos ponen límites nos sentimos
frustrados y albergamos una sensación de rabia, pero como
se
trata
de
quienes
son
responsables
de
nuestra
supervivencia, nos la guardamos para que no nos rechacen.
La otra fuente es la alteración de nuestros valores que es cuando
hacemos algo que “no está
bien”. Por ejemplo, cuando
hablamos mal de alguien
porque
nos
hacemos
cómplices de chismes .
Hay personas que culpan
y otras que se sienten
culpables. Sabemos que
quien
culpa
intenta
manipular y lo puede
hacer de dos maneras:
Diciendo “por tu culpa no
pude
hacer
algo”
o
actuando como víctimas
y provocando culpa en el
otro.
Esta
segunda
opción requiere de una
actuación
más
sutil,
Colapsooo! ! ! de Faii Latorre