LíderSoy Abril 2014 | Page 7

del hecho en sí. Por ejemplo, “Me siento culpable por no haber acompañado a mi amigo Gustavo al cine”. Una vez hagas contacto con esta situación, prueba decirle la siguiente frase: “Yo resiento de ti…” (y completas la oración con aquello que te genera resentimiento por dentro) Siguiendo el ejemplo, la frase sería: “Gustavo, resiento de ti que te molestes conmigo por no haber ido al cine contigo”. El tercer paso es transformar ese resentimiento en una exigencia o demanda. Haz contacto con eso que necesitas recibir de esa persona. Y exprésalo de la siguiente manera: “Lo que necesito recibir de ti es…” (y completas la frase con tu demanda); también puedes probar con la siguiente frase: “Exijo que…” (y completas la oración como lo desees) Siguiendo el ejemplo: “Gustavo, exijo que respetes mis tiempos”. Una vez que hagas este ejercicio, fíjate si hubo un cambio en ti. Una vez que logras hacer contacto con lo que verdaderamente necesitas y te das el permiso de solicitarlo, la culpa se esfuma. La sustituyes por hacerte cargo (ser responsable) y un contacto directo. Por tu culpa de Mr. Theklan