LUMEN VIDENS | Page 5

ama a través del Corazón de su Hijo y nos ama de tal forma que nos quiere y nos acepta tal y como somos. ¿Qué más necesito para ser feliz? Esta es también nuestra historia personal. Hemos sido lla- mados y elegidos para vivir en el Corazón de Cristo, en la inti- midad más profunda. En cada momento y situación de nues- tra vida hemos de tener este mismo sentimiento de Pedro y expresar lo bien que estamos con el Señor. La raíz de nuestra felicidad precisamente está en sentirnos a gusto con el Señor, en disfrutar en cada momento de lo que recibimos del Señor, en los detalles de amor que el Corazón del Señor tiene con cada uno de nosotros. Santa Margarita María que ha experimentado en su vida, a pesar de los sufrimientos y dificultades, lo bien que se está con el Señor nos dice: “estableced vuestra morada en el Corazón de Jesús; en Él encontraréis una paz inalterable y la fuerza para hacer realidad los buenos deseos que Él nos inspire y para no cometer faltas voluntarias” Tenemos un peligro. Nos puede pasar como les pasó a los discípulos al escuchar la voz de Dios, sintieron miedo. Esto puede ser una realidad en nuestras vidas de tal forma que no escuchamos a Dios por miedo a lo que nos pueda pedir, por seguir instalados en nuestra propia comodidad. Hemos de tener muy claro que a Dios más que temerlo hay que amarlo. En muchas ocasiones el Señor dice en el Evangelio: “ n o t e n g á i s m i e d o ” . Este miedo impide la entrega total y generosa al Señor y a los hermanos. Hay que convertir nuestros miedos en generosidad, y así podremos seguir experimentado en cada momento y en cada situación de nuestra vida lo bien que se está en el Corazón del Señor. Que nuestro deseo constante sea el mismo de Pedro: ¡Qué bien se está aquí, hagamos tres tiendas! Tenemos que instalarnos en el Corazón de Cristo, es el mejor lugar para permanecer y sobre todo para perseverar. Juan José Infantes Barroso, pbro. Director Nacional de la Guardia de Honor 5