LUMEN VIDENS NÚMERO 1. | Page 7

5
El Corazón ¿ cómo es trono del amor? ¿ Porque es su órgano? ¿ O porque solamente es su símbolo?
Muy vivas son las discusiones filosóficas relativas a la parte que tiene el corazón en la producción de los actos de amor. Para autorizar la Iglesia el culto tributado simultáneamente al Corazón de carne y al amor de Jesús, y para mostrar la legitimidad de la unión del Corazón y del amor como objeto de un mismo culto, se contenta con presentar el Corazón como símbolo del amor.
“ La sustancia de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, dice Pío VI 2, consiste en venerar bajo la imagen simbólica del Corazón, el inmenso amor del divino Redentor.”
¿ Qué se ha de entender por estas palabras: El corazón es el símbolo del amor?
“ No se trata aquí de un símbolo de puro convenio, dice el P. Terrien 3, porque lo que descansa en convenciones arbitrarias no puede tener carácter de universalidad. Para darse cuenta de un simbolismo consagrado por uso universal, es menester buscar la causa en la afinidad natural de las propiedades entre el emblema y lo que éste representa. ¿ Cuál es, por consiguiente, esta relación del corazón con el amor, tan clara, que está al alcance de todos los hombres, tan perfecta, que la prefieran a toda otra en el simbolismo del lenguaje? Para comprenderlo, basta recordar que, en virtud de la unidad de naturaleza, las facultades de pensar y querer están en el hombre indisolublemente unidas a las potencias inferiores; y que como estamos compuestos de un cuerpo y un alma, así es necesario que estos dos elementos se reflejen en el ejercicio de nuestra actividad. El amor puramente espiritual no es amor humano así como el puro espíritu no es hombre. Cuando amamos como hombres racionales, las operaciones que proceden de la voluntad determinan otros tantos movimientos análogos y correlativos en el apetito inferior, movimientos cuya repercusión recibe el corazón. Si hay un acto independiente
2
Substantiam devotionis SS. Cordi Jesu eo spectare ut in symbolica Cordis imagine immensam charitatem divini Redemptoris veneremur( Pius VI ad Episcop. Pistoriensem)
3
Tratado de la devoción., Terrien, libro 2 º, cap. s. 4 º y 5 º