LUMEN VIDENS NÚMERO 1. | Page 31

29
“ Hemos de procurar 61 con todas nuestras fuerzas entrar en este Corazón adorable, haciéndonos muy pequeños por la humilde confesión de nuestra nada, en la cual hemos de estar siempre abismados.
Tomemos por divisa: Amor, olvido y anonadamiento en nuestro corazón.”
“ Estoy persuadida, escribía al P. Croiset 62, que el adorable Corazón de Jesús se complace en las almas anonadadas, y que para estar del todo en Dios es menester no estar nada en sí. Rogadle, pues, me conceda perfecta humildad de corazón. Interesaos cerca de nuestro buen Maestro, para obtenerme esa gracia con el don de su puro amor que contiene todo lo demás. Yo no dejo de pedirla para vos. Bien veo que no tengo nada de amor para mi Dios. Me consuela el que vos le amaréis por mí. [ Todo lo que puedo deciros es que ] mi ocupación es hacer lo que mi divino Maestro me ha ordenado 63. Para esto me postro con el rostro en tierra, a fin de que, ofreciéndole a su eterno Padre y abismándome yo en mi nada, pueda rendir homenaje a la grandeza de Dios.”
3. El amor al Sagrado Corazón debe ser obediente y sumiso a las criaturas.
El alma que ama verdaderamente a Nuestro Señor, no contenta de obedecer“ a aquellos que están revestidos de autoridad divina, se somete a toda criatura por amor de su Dios”. Junto con la Beata Margarita- María ha tomado esa alma por divisa:“¡ Que todo se someta, que todo obedezca al amor divino!” 64. Ella considera a las criaturas como mensajeras sólo del divino amor, las cuales por sus mandatos, por sus deseos y algunas veces por sus injustos o insensatos caprichos le manifiestas la voluntad del Corazón de Jesús.
Entre las resistencias y contradicciones que sufre por parte de aquellos que la rodean, canta con la Beata 65:
61
Carta 89, pág. 181. – Aviso 13. – Carta 84
62
Carta al P. Croiset, 14 de abril de 1689-
63
Vida por las contemporáneas, pág. 60.
64
Aviso 31.
65
Vida por ella misma, pág. 316.