Luli - papeles en movimiento (n°1) Luli - papeles en movimiento (n°1) | Page 34

La investigadora de la danza butoh en Brasil, Cristine Greiner, nos explica que cuando transmitidas las ideas, son inevitablemente reconstruidas; por esta razón, nadie puede enseñar nada al otro( GREINER, in MELLO 2013). Por lo tanto, no se puede enseñar y tampoco aprender butoh: lo que hacemos es solamente prestar igniciones. Podemos caminar juntos, colectivamente, en una colaboración emancipadora que sirve de ruta de salida a un nuevo campo de visión, donde serán distribuidas simientes del saber que tenderán a redimensionar nuestra danza personal y colectiva. La danza parte de una experiencia de ser para ser, como la vivencia de Hijikata consigo mismo y luego junto a Kazuo Ohno y su hijo Yoshito Ohno. Yoshito, que cierta vez en Japón también danzó junto a Marco Xavier que ahora danza con nosotros en este Encuentro. Resaltamos que estas convivencias entre los danzantes, no implican un relato-demostrativo de virtuosismo, formas, técnicas, procedimientos, códigos; como muchas veces pensamos. Un pensamiento de danza, como elaboraron Hijikata y Kazuo respecto al nacimiento del butoh( y que sigue siendo reelaborado por cada bailarín butoka), es siempre una vivencia compleja que parte de lo más profundo, en este lugar capaz de abrazar las complejidades y particularidades de cada ser.
Cuando Xavier danza, escapa de nuestra vista el sujeto y entran en escena las fuerzas de las Divinidades Orixás que bajan del cielo. Cuenta la leyenda de la creación del mundo yorùbá, de la entidad mayor Obàtálá, el más importante orixá y el más elevado de los dioses que nos dio la misión de construir nuestro mundo bajando a la tierra con una gallina que fue
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