Los nueve círculos 31
En la radio también se rezaba por las tardes el rosario , pero a mí me resultaba más aburrido , salvo en la letanía , pese a que aún no me era dado comprender la belleza de muchas de las metáforas que en ella se recitaban .
En otras ocasiones , mamá nos contaba historias de familia o Marcelina otras , siempre truculentas , de su pueblo . Recuerdo ahora lo que mamá nos refirió de una tía suya que fue monja de clausura y durante la República , cuando empezó la quema de conventos , se fue a vivir con mis abuelos . La infeliz entró en la clausura con diez u once años y a los cuarenta o cincuenta ya nada recordaba del mundo . Uno de los primeros días en el domicilio familiar se vio reflejada en un espejo y comenzó a dar grandes gritos y a explicarles a todos que había visto al demonio .
Aquella noche , mi padre se hallaba en casa y añadió que durante la conquista de América , a menudo , los españoles asustaban a los indios y les hacían creer que gozaban de poderes mágicos mostrándoles sus imágenes en algún espejo .
De las que nos contaba Marcelina , la que más me sobrecogió fue la de un hombre que quiso llevarse a su madre cuando esta era una niña ofreciéndole una muñeca . Por suerte , no le hizo caso y escapó a todo correr y a los pocos días la Guardia Civil cogió al tipo aquel y le encontraron en la maleta varias botellas de sangre y las mantecas de otros niños .
Estos horrores me quitaban el sueño , claro que hoy el rapto de niños para el tráfico de órganos o para la prostitución es algo muy frecuente en países como México o en otros que se hallan en guerra como Siria . La mirada inocente que yo tenía sobre el mundo comenzó entonces , muy poco a poco , a cambiar . Y es que la consciencia conlleva dolor .
También se contaban entonces historias de la guerra que nos ponían los pelos de punta . En ellas , los rojos siempre eran los malos . Supimos cómo torturaban a los ricos , a los sacerdotes